Observatorio Demográfico CEU (Universidad San Pablo-CEU)

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    USP
    Cataluña: declive demográfico de una sociedad multicultural2024-05

    En 1935, el nacionalista catalán José Antonio Vandellós –abogado, economista y estadístico–, publicó el ensayo “Catalunya, poble decadent”, muy preocupado ya entonces por la baja natalidad catalana y por la mezcla de catalanes autóctonos con los españoles venidos de otras provincias, lo cual no le hacía feliz. Si contemplase el panorama catalán actual, con mucha menos natalidad que entonces, muchos menos jóvenes y muchos más viejos; muchas más defunciones que nacimientos, más población nacida en otras partes de España o descendiente de ésta que catalanes de raíces familiares autóctonas, y mucha inmigración extranjera, incluyendo abundante población originaria de países no europeos, y de religión musulmana, ¿qué diría? Por su especial peso humano, político, económico y cultural en España dedicamos este informe del Observatorio Demográfico de CEU-CEFAS a las principales características demográficas de Cataluña.

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    USP
    Mortalidad española antes de la pandemia : entre las más bajas del mundo.2021

    Si hay un campo en el cual lo ocurrido en España en los últimos 100 a 150 años es la historia de un un éxito es la mortalidad, y lo que ella sintetiza en cuanto a nivel de vida, sistema sanitario, salubridad y cohesión social. En mayor o menor medida, cabe decir algo parecido del resto del mundo. La elevación de la esperanza de vida, desde cuando la mitad de los niños españoles que nacían no llegaban a cumplir los 12 años de edad (hacia 1880), a la de una España en la que más de la mitad de la gente vive de media 86 años, como en 2019, y que encabezaba hasta la aparición del covid las tablas de esperanza de vida por países en la UE, es la historia de un éxito radical. Esa posición privilegiada entre los países más desarrollados la consigue España, sobre todo, por la superior esperanza de vida de sus mujeres. Este informe describe las pautas de mortalidad y la esperanza de vida en el pasado (finales del siglo xix y principios del siglo xx), y su evolución en las últimas décadas, hasta la aparición de la pandemia de coronavirus, con desglose por variables tan relevantes como sexos, CC. AA. –con la Comunidad de Madrid a la cabeza de España y el mundo antes de la pandemia– o niveles de estudios. Es muy interesante ver cómo han ido variando los principales tipos de causas de muerte desde finales del siglo xix hasta la actualidad. En tiempos recientes, hasta el covid, cabe reseñar el crecimiento fortísimo en todos los países desarrollados de los fallecimientos por enfermedades nervioso-mentales. En el informe se incluye como anexo un análisis sobre el aborto voluntario en España, que es la forma en la que termina más de un 20% de los embarazos viables en nuestro país, algo con evidente impacto demográfico negativo en una sociedad como la española, con un tremendo déficit de nacimientos. En este anexo se dan datos sobre la evolución del número de abortos en España desde que se legalizó, y de la propensión a abortar por CC. AA., edades y nacionalidad, entre otras variables relevantes.

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    USP
    Demografía del Viejo Continente, que es hoy el continente viejo2022-06

    El Viejo Continente, tradicional sinónimo de Europa –aunque geográficamente no sea un verdade ro «continente», sino el extremo Oeste de Eurasia– ha sido en los últimos siglos el adelantado del mundo en muchas cosas, y también en tendencias demográficas. Entre los siglos xvii y xix, ambos incluidos, el crecimiento de la población europea fue mucho mayor en términos relativos que el del resto del mundo, un fenómeno ligado a la extraordinaria transformación que sufrió Europa con la revolución industrial y al enorme incremento de los recursos disponibles, los cuales, malgré le lugubre Malthus, crecieron mucho más que la población, así como a la esperanza de vida ganada. Y la población habría crecido aún más sin la abundante emigración europea hacia otras partes del mundo, en especial a las Américas. Pero en el siglo xx cambiaron las tornas, principalmente por el desplome de la fecundidad, y la po blación europea aumentó proporcionalmente menos, lo cual se ha acentuado en lo que llevamos de siglo xxi. También en el resto del mundo el crecimiento demográfico se está ralentizando porque la caída de la fecundidad desde 1960-1970 ha sido universal, incluyendo el África subsahariana. Una fecundidad persistentemente baja ha hecho de Europa la región geográfica con la población más envejecida del mundo. Por otro lado, su esperanza de vida está a la cabeza del mundo. El Viejo Continente es ahora el «continente viejo». Y sin la abundante inmigración neta recibida de África y Asia (y en menor medida, de Iberoamérica) desde mediados del siglo xx, la población de Europa estaría disminuyendo desde hace lustros. España sigue esas tendencias generales, si bien empeora los niveles medios europeos en materia de (baja) fecundidad y, por tanto, aumenta la tendencia al envejecimiento. España también tiene una muy alta esperanza de vida. España presenta pautas singulares en inmigración por el peso de la procedente de Hispanoamérica, con elevadísimas tasas de paro inmigrante, pese a lo cual sigue recibiendo extranjeros. También Alemania e Italia, entre los grandes países europeos, presentan niveles elevados de enveje cimiento y diferencias negativas y persistentes pérdidas entre nacimientos y fallecimientos. Mención especial merecen Rusia y Ucrania, de triste actualidad desde la brutal invasión de la segunda por la primera, y los países que formaban la antigua Unión Soviética. Las ex-repúblicas soviéticas que pertenecen a lo que comúnmente llamamos «Europa», esto es, las de raíces cristianas, han expe rimentado enormes mermas de población por haber tenido más defunciones que nacimientos. En la gran mayoría de ellos esas pérdidas se han visto agravadas por la emigración hacia la Federación Rusa o hacia otros países europeos. En cambio, las antiguas repúblicas soviéticas de mayoría musulmana y ubicación geográfica asiáti ca han experimentado fuertes crecimientos de población desde la caída del comunismo, por haber tenido una fecundidad superior a la de reemplazo (2,05 hijos por mujer), y ello pese a que una parte de esa población ha sido drenada por emigración. En la Europa del Este (en lo que antes se llamaban «países satélites» de la Unión Soviética) se han producido en las últimas décadas grandes déficits de nacimientos en relación con las defunciones, producto de tasas de fecundidad bajas, razón por la cual algunos de estos países, y en concreto Hungría y Polonia, han puesto en marcha planes muy ambiciosos de estímulo a la natalidad, cons cientes de la caída demográfica que produce que haya más muertes que nacimientos. Finalmente, en materia de nupcialidad y «divorcialidad» en toda Europa ha habido una tendencia en los últimos 50-60 años a que haya muchas menos bodas por 1.000 habitantes que antaño. Por otro lado, quienes se casan lo hacen mucho más mayores de lo que era tradicional. También hay altas tasas de divorcio. Existe hoy un elevadísimo porcentaje hijos de una mujer no casada.

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    USP
    Los hogares españoles.2022

    Casi el 99% de la población de España vive en hogares. La baja natalidad de las últimas décadas y la desestructuración familiar han tenido un claro reflejo en su tamaño. Ahora vive en ellos menos gente en promedio, y se ha disparado el porcentaje de hogares unipersonales. Los hogares con niños son ahora menos de la mitad del total, cuando en el pasado siempre fueron mayoritarios. En cambio, cada vez hay más hogares monoparentales y reconstituidos, con hijos no comunes. Sigue habiendo muchos más hogares con una pareja casada que con una de hecho, pero los primeros tienden a ser menos, y los segundos, más. Los hogares formados por parejas del mismo sexo están aumentando, si bien son menos del 1% del total, siendo un porcentaje mucho menor aún el de hogares homoparentales. Hay muchos hogares formados por extranjeros, y sus características en muchos aspectos (como el número de personas, la renta media por hogar o el régimen de tenencia de la vivienda) son apreciablemente diferentes a las de los hogares formados por españoles. Solo un porcentaje pequeño de la población vive hacinada o con pocos metros cuadrados por persona. Sobre el régimen de propiedad, está creciendo el alquiler de vivienda, pero menos de lo que cabría esperar por todo lo que se ha publicado en los medios. De cara al futuro, no se atisban cambios en las tendencias anteriores, lo que implica, entre otras cosas, más soledad y hogares menos poblados.

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    USP
    Demografía y mercado laboral en España2021

    Demografía, mercado laboral y bienestar social están íntimamente relacionados. El mercado laboral refleja, en gran medida, los éxitos y fracasos de una determinada sociedad en materia demográfica (natalidad, mortalidad y migraciones), educación, leyes que rigen la actividad económica, Estado de bienestar y valores sociales en general. La demografía condiciona de manera decisiva el mercado laboral, y a su vez está muy condicionada por éste. Por ello, y dada su enorme importancia social, dedicamos este informe monográfico del OBSERVATORIO DEMOGRÁFICO del CEU a describir y analizar la demografía de nuestro mercado laboral desde diferentes ángulos: evolución desde la Transición de las tasas de actividad y desempleo, envejecimiento de la fuerza laboral, convergencias y divergencias por sexos, inmigración, nivel educativo de la población con empleo, tipos de ocupaciones y comparaciones con los principales países de Europa occidental. En el último medio siglo ha habido profundas transformaciones sociodemográficas en nuestro mercado laboral. En síntesis, la fuerza laboral española cuenta ahora con muchas más mujeres en sus filas. Ha envejecido de forma muy apreciable, principalmente por la caída en los nacimientos y la consiguiente disminución del número de adultos jóvenes. Ha pasado de estar compuesta casi solo por españoles, a contar con una gran presencia de trabajadores de origen extranjero. Su nivel de formación es ahora muchísimo mayor que en la España que reflejan las primeras temporadas de la serie de TV Cuéntame. Por otra parte, en las últimas décadas ha habido CCAA con tasas de paro estructurales mucho más elevadas que en otras. Esa incorporación masiva de mujeres, en ciertos sectores de actividad, oficios y roles laborales, presenta notables asimetrías con respecto a los que dan ocupación a los hombres (con ciertos oficios o funciones con mucha más presencia de mujeres que de hombres, o viceversa), si bien en otros no hay diferencias notables. Algo parecido ocurre con los sectores económicos y tipos de empleos donde trabajan los extranjeros y los españoles. De todo ello se ofrecen datos muy claros en este informe, así como de la distribución de la fuerza laboral en general por grandes sectores económicos y en el sector privado vs el sector público. En el informe se expone, asimismo, un amplio detalle de qué porcentaje de los ocupados españoles trabajan en diferentes ramas de actividad, junto con los mismos datos para la población laboral de los principales países de referencia en Europa Occidental (en concreto, de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Suecia, además de las medias de la eurozona). Finalmente, en un anexo se exponen dudas razonadas sobre posibles sesgos sistemáticos en la muestra empleada de hogares de los que se obtienen los datos de la EPA.

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    USP
    I Barómetro demográfico del CEU.2021

    Este informe es el primero regular que realiza el Observatorio Demográfico del CEU, creado en el curso académico 2019-2020 para ayudar a cubrir el déficit que existe en España de entendimiento sobre la evolución demográfica de España en las últimas décadas y sus consecuencias, y en particular de lo que implica que haya una fecundidad muy insuficiente para el relevo generacional. Una tasa de natalidad demasiado baja aboca a España a un envejecimiento social muy intenso y a la pérdida de población nativa, fenómenos cuyos efectos negativos solo pueden paliarse en parte mediante inmigración extranjera, y ello con la premisa de que se gestionen bien los flujos de llegada de inmigrantes y su integración en la sociedad española, pues de otro modo se generarían problemas sociodemográficos adicionales. En este informe se describe la situación demográfica actual a través de sus principales variables (nacimientos, defunciones, flujos migratorios, distribución por edad, sexo y origen geográfico de la población) y de otras con gran impacto sobre la demografía como la nupcialidad, partiendo de cuáles eran las dinámicas demográficas españolas antes del comienzo de la Transición a la democracia y con anterioridad. La comparación permite apreciar el extraordinario vuelco que ha habido en todos los factores con incidencia en la «salud demográfica» de España. Hemos pasado de ser un país con alta fecundidad y mortalidad, y mucha más emigración que inmigración exterior, en el que casi todo el mundo se casaba «para toda la vida», a otro con baja fecundidad y mortalidad (y por tanto, muy alta esperanza de vida), mucha más inmigración que emigración exterior, mucha menos nupcialidad, altas tasas de ruptura de matrimonios/parejas y de abortos sobre embarazos. Como consecuencia, España ha dejado de ser una tierra con mucha población joven y relativamente pocos ancianos, con muchos más nacimientos y defunciones y muy poca población de raíces extranjeras, a otra con más defunciones que nacimientos, mucha población inmigrante, con una media de edad mucho más elevada, muchas más personas que viven solas y un número medio sustancialmente menor de personas por hogar. Las perspectivas demográficas de España, si no repunta la natalidad, no son halagüeñas.