doxa.comunicación | 31, pp. 241-249 | 247

julio-diciembre de 2020

El ecosistema digital: un corpus de estudio del español

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

reader. It is open to debate whether such distinct strategies indicate intentional or unintentional journalistic practices.

Finally, Lucía Ballesteros Aguayo and Francisco Javier Escobar Borrego (University of Seville) discuss the neological approach that our politicians have taken as a result of the pandemic we have been experiencing. In their article entitled, “Ecosistema digital durante la COVID-19: nueva normalidad, desescalada y desconfinamiento” (The digital ecosystem during the COVID-19 crisis: new normality and lockdown easing and lifting), Ballesteros and Escobar analyse the way in which COVID-19 has multiplied the use of digital platforms on social networks, and as a result these digital spaces have become valid resources for tracking certain lexical use, including expressions such as the new normality, lockdown easing, and lifting. The use of these terms has been promoted by government regulations and disseminated by health authorities, and they highlight the need for consensus among linguists, philosophers, and communicators as the next challenge in the academic world.

As we stated at the beginning of this paper, our language is spoken by nearly 500 million people, and millions of spoken and written messages are stored on the Internet.

Merely two years ago, on 26 November 2018, Director Darío Villanueva of La Real Academia Española (Royal Spanish Academy), together with Honorary Director Víctor García de la Concha, jointly presented El libro de estilo de la lengua española, (Stylebook of the Spanish language), which is work that was agreed upon by the twenty-three institutions that make up La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), and which includes a section on digital communication by journalist Mario Tascón. In the same presentation, our academics mentioned the way in which the new technologies have changed not only the world, but the world of writing as well.

Undoubtedly, discursive practice in colloquial Spanish on social networks deserves a separate analysis; courtesy indicators, orthographic and orthotypographic symbols, as

debate de si dichas estrategias marcadas constituyen prác-ticas periodísticas intencionadas o no.

Por último, Lucía Ballesteros Aguayo y Francisco Javier Es-cobar Borrego (Universidad de Sevilla) se acercan a la crea-ción neológica que ha partido de nuestros políticos a raíz de la pandemia vivida. En “Ecosistema digital durante la CO-VID-19: nueva normalidad, desescalada y desconfinamien-to”, Ballesteros y Escobar estudian cómo, al haber multipli-cado la COVID-19 el empleo de las plataformas digitales de las redes sociales, estos espacios digitales se convierten en recursos válidos para el rastreo de determinados usos léxi-cos, como, por ejemplo, las expresiones nueva normalidad, desescalada y desconfinamiento. Estos términos, cuyo uso ha sido promovido a partir de las disposiciones guberna-mentales y se ha visto difundido por las autoridades sanita-rias, ponen de manifiesto la necesaria convergencia entre lingüistas, filósofos y comunicadores como el próximo reto que se plantea en el mundo académico.

Nuestra lengua, lo decíamos al principio de estas líneas, la hablan cerca de 500 millones de personas, y millones de mensajes orales y escritos quedan registrados en la web.

Hace tan solo dos años, el 26 de noviembre de 2018, el en-tonces director de la Real Academia Española, Darío Villa-nueva, y el Director Honorífico Víctor García de la Concha, presentaban El libro de estilo de la lengua española, libro consensuado por las veintitrés instituciones que forman la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y en el que se incluye un apartado, a cargo del periodista Mario Tascón, referente a la comunicación digital. En dicha presentación nuestros académicos mencionaron cómo las nuevas tecnologías habían cambiado no solo el mundo, sino también la escritura.

Sin duda, la práctica discursiva en el español coloquial en las redes merece un estudio aparte; los indicadores de cor-tesía, las marcas ortográficas y ortotipográficas, así como