doxa.comunicación | 31, pp. 381-401 | 383

julio-diciembre de 2020

Ana Pano Alamán

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

riedad oral coloquial, dialógicos, como de la variedad escrita, monológicos. No obstante, los del primer tipo, como son, por ejemplo, hombre, bueno o mira, presentan una frecuencia y variedad mayores, así como una mayor versatilidad, en la medida en que permiten modular la fuerza ilocutiva en los actos asertivos, estructurar la conversación y negociar el desacuerdo (Landone, 2012: 1816).

Partiendo de una reflexión similar, Sal Paz (2007) observa que, en los comentarios en la prensa digital, los usuarios recu-rren a menudo a enlaces como entonces o pero con la intención de dar respuesta a comentarios previos y expresar acuerdo o desacuerdo con lo dicho por el interlocutor. En este contexto, no solo tienen funciones de estructuración y cohesión del discurso sino que adquieren también valores modales. Por otra parte, puesto que son textos esencialmente argumen-tativos, se observa una frecuencia mayor de conectores con valor de oposición (pero), consecutivos (entonces), aditivos (incluso) y explicativos (o sea, es decir) (Pano Alamán, 2015). Este tipo de partículas se combina con marcadores como bueno y hombre, con función interactiva reactiva, muy presentes en las réplicas a otros comentarios en el mismo espacio.

En cuanto a su empleo en las redes sociales, los análisis se han centrado generalmente en Twitter. Loredo y Picone (2012), por ejemplo, investigan en un corpus de tuits el valor de suposición, concesión y sobre todo ironía del marcador ponele, frecuente en el español de Argentina. Por su parte, Pano Alamán y Mancera Rueda (2014) analizan la presencia y fun-ciones de los marcadores interactivos ¿en serio?, por supuesto, bien, claro, ¿no?, hombre o mira en un corpus de tuits en los que los ciudadanos reaccionan generalmente de forma crítica a lo que tuitean los parlamentarios españoles. Estos elementos aparecen en distintas posiciones en los mensajes para apelar al interlocutor político y expresar acuerdo o des-acuerdo con lo que dice. En un estudio similar sobre los marcadores en el discurso político y mediático en el microblog, Padilla Herrada (2016) subraya la relación de los marcadores interactivos que emplean políticos, periodistas y ciudadanos con dispositivos lingüísticos frecuentes en la conversación coloquial prototípica. Marcadores como ¿verdad?, ¿eh? y ¿no? manifiestan el grado de cooperación o conflicto entre interlocutores, con distintos grados de atenuación o intensifica-ción. Por último, el análisis pragmático-discursivo del marcador ahora con verba dicendi en un corpus general de tuits, llevado a cabo por López Quero (2019), demuestra que este deíctico temporal puede incluirse, junto a ahora bien, entre los marcadores contraargumentativos empleados en Twitter.

Como se apuntaba, en las redes suele instaurarse una dinámica interactiva marcada a menudo por la polémica y la ex-presión de opiniones sobre cualquier tema. La interacción viene facilitada en gran parte gracias a dispositivos técnicos que fomentan la reacción de los usuarios ante determinados contenidos y que se encuentran en Facebook, Twitter y You-Tube, espacios en los que se centra la presente investigación, con formas y funciones similares. Por ejemplo, Facebook se basa en la conexión de perfiles, ya sea entre personas o grupos, en los que cotidianamente aparecen “publicaciones” que el usuario o usuarios comparten con sus contactos. Pueden ser imágenes, vídeos, enlaces, eventos, etc. que quedan reflejados en la línea del tiempo de la biografía o muro del usuario y que otros pueden valorar por medio del dispositivo Me gusta, entre otros, o mediante comentarios, generalmente breves, dirigidos a ese mismo usuario. Estos textos pueden recibir a su vez una respuesta, lo que permite instaurar interacciones de muchos a uno o de muchos a muchos. Twitter es una plataforma de microblogging donde es posible publicar mensajes de no más de 280 caracteres en el propio perfil o cuenta personal o institucional. La interfaz de Twitter, que en los últimos años ha ido cambiando hasta asemejarse a la de Facebook, presenta una columna central denominada cronología, en la que el usuario publica sus tuits, en ocasio-