doxa.comunicación | 31, pp. 361-380 | 367

julio-diciembre de 2020

Raquel Hidalgo Downing

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

En cuanto a la norma, Mancera Rueda (2016) estudia los usos que se alejan de la norma y distingue dos tipos, los que vulneran las normas ortográficas (errores ortográficos) y los que se emplean de forma consciente con una intención comunicativa y expresiva (heterografía u ortografía alternativa). Este segundo tipo responde al propósito de introducir rasgos innovadores en la escritura digital, mediante la imitación o adaptación de la expresividad oral; por ejemplo, el uso de varios signos de exclamación o interrogación (Mancera Rueda, 2016: 10). La autora considera que algunos usos están consolidados en la comunicación digital, como el uso de abreviaturas (xq en lugar de porque), y no constituyen errores sino formas intencionadas y extendidas en la comunicación digital. Al hilo de estas consideraciones, y de acuerdo con la tradición coseriana, el concepto de norma posee al menos dos sentidos principales (entre otros, puesto que se trata de un concepto polisémico): (i) el sentido prescriptivo, como aquello que se debe decir o escribir y se asocia con la corrección lingüística, y (ii) la norma en sentido descriptivo, como lo que es usual o habitual (Martin Zorraquino 1988: 431-440). El primero recoge el sentido de corrección y remite a los hábitos lingüísticos respaldados en formas autorizadas y prestigia-das de la lengua y sus usuarios, normalmente en prácticas discursivas públicas. El segundo sentido de norma, en cam-bio, hace alusión a lo que es normal o usual. Los dos sentidos de norma se relacionan de una manera tal que la segunda precede a la primera, es decir los hábitos lingüísticos se hacen usuales o habituales, y a continuación, se codifican en la lengua; es decir, aparecen en las gramáticas, los manuales de uso y las ortografías (Méndez García de Paredes 1999: 111).

4. Metodología y datos del estudio

El estudio de la comunicación mediada por tecnología contempla distintos métodos de investigación y recogida de datos; una orientación sumamente interesante es aquella que emplea datos cuantitativos a gran escala, los denominados big data, que permite la descarga de datos masivos y la observación de fenómenos comunicativos o lingüísticos en plata-formas de internet. De Benito y Estrada Arraz (2018) estudian rasgos fónicos y morfosintácticos, que relacionan con la geolocalización, para extraer datos sobre variación. Esta orientación posee un indudable interés, pero también algunas limitaciones, como la heterogeneidad de las interacciones y los usuarios recogidos (que no seleccionados), por lo que resulta sumamente difícil contextualizar los fenómenos estudiados.

Otra aproximación es la compilación de datos en un corpus a escala menor pero que posea una coherencia interna que permita la observación de prácticas discusivas en internet. Este estudio sigue esta orientación y se ha realizado tras la compilación y selección de un corpus de reseña de hoteles de cadenas españolas en los principales destinos turísticos (Ministerio de Comercio y Turismo, Gobierno de España, 2019). En este trabajo, el propósito es centrar el análisis en un corpus de reseñas en español, escritas por autores hispanohablantes nativos, por lo que se ha escogido trabajar sobre los destinos de habla hispana y descartar otros destinos por el momento.3 Por otro lado, en lugar de recoger solo evaluacio-nes negativas, como en el estudio de Vasquez (2011), se ha optado aquí por recoger todas las evaluaciones en un periodo de tiempo determinado (octubre 2018-marzo 2019), obteniendo un corpus de 120 reseñas y 102 respuestas. Siguiendo los estudios realizados sobre rasgos estilísticos, como Sabater, Turney y Montero (2008) o Mancera Rueda (2016), se han

3 Se ha escogido un conjunto de 3 cadenas hoteleras con distinta clasificación, de 5 a 3 estrellas, a las que se referirá, por razones de anonimización, como A (5*), B (4*) y C (3*).