178 | 29, pp. 169-196 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2019

Automatización inteligente en la gestión de la comunicación

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

manera acelerada las tecnologías y la automatización ya que son un motor de crecimiento para la convivencia diaria y las organizaciones.

Por otra parte, Davis, (1986); Kaber y Draper, (2004); Tunal, (2005); manifiestan que son los máximos representantes de la organización quienes tienen la decisión de reconfigurar los procesos de gestión y toma de decisiones de automatizar los procesos internos y de diferenciar las actividades que realizarán los humanos y las máquinas.

Parasuraman, Sheridan, y Wickens, (2000), son optimistas al pensar en los beneficios económicos que puede traer la au-tomatización. En contraposición con ellos, Coriat, (1992) pensaba que el futuro no es el de la automatización integral de las tareas y funciones, debido a que requiere varios elementos a considerar tanto científicos, técnicos y financieros. Por su parte Gerardo Tunal, (2005), quien es muy crítico frente al proceso de automatización, cree que el impacto del cambio tecnológico en algunas organizaciones y grupos sociales ha sido más nocivo que beneficioso.

Finalmente, Parasuraman y Riley, (1997); David Autor, (2015), consideran que la ventaja que tiene el ser humano sobre las máquinas hace que estas se encarguen de tareas rutinarias y no cognitivas, lo que genera un elemento diferenciador de alto valor para los humanos.

¿Y qué pasa con la automatización en la gestión de la comunicación?

Los cambios tecnológicos están provocando una mutación tecno-científica a escala mundial en la sociedad, que replantea la comunicación (Cuadras, 2009, p. 23) debido a la inmersión de las tecnologías y al nuevo lenguaje con el que nos hablan y con el que hablamos.

5. Automatización en la gestión de comunicación

Las nuevas tecnologías crean nuevos entornos, tanto humanos como artificiales, de comunicación algunos descubiertos y otros no conocidos aún, y establecen nuevas formas de interacción de los usuarios con las máquinas donde uno y otro desempeñan roles diferentes, a los clásicos de receptor y transmisor de información; y, el conocimiento contextualizado se construye en la interacción que sujeto y máquina establezcan (Cabero Almenara, 1994, p. 14).

Las posibilidades de comunicación y conexión entre las personas con los avances tecnológicos se han multiplicado a una velocidad inimaginable. “El mundo interconectado que nos proporciona internet, la inteligencia artificial, la robótica [y otras ciencias] modificará en breve la rutina de nuestras vidas, si es que no lo está haciendo ya” (Salazar, 2018, p. 304). Esto debido al alto nivel de penetración de internet, que es ya, parte de nuestro estilo de vida (Perlado, 2013, p. 430), aunque cada vez más existen experimentos que alteran el campo de la comunicación de las organizaciones.

Con el aparecimiento de estas tecnologías se irrumpen los modelos de gestión y de organización institucional (Fernán-dez-Torres, Gutiérrez-Fernández, & Palomo-Zurdo, 2019, p. 15) especialmente transformando los modelos clásicos de co-municación y llevándolos a una conversión digital. Dado que:

La comunicación no es un proceso lineal: no se puede reducir a la relación causa-efecto o estímulo-respuesta, por cuanto el ser humano siempre construye sentido –interpreta– desde su propio mundo. De ahí que la comunicación nunca podrá ser