doxa.comunicación | 29, pp. 169-196 | 173

julio-diciembre de 2019

Cesibel Valdiviezo-Abad y Tiziano Bonini

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

tructuras sociales, económicas y culturales, donde se realiza un hipercontrol por medio de un proceso de automatización generalizado. Pasando de una época de la proletarización a la retención digital o lo que el mismo Stiegler (2014, pp. 147-148) señala que la sociedad hiperindustrial ha dado paso a la pérdida del saber-hacer en el siglo XIX, luego a la pérdida del saber-vivir en el siglo XX a causa de los medios de masas y ahora en el siglo XXI la pérdida de los saberes teóricos con la automatización integral que posibilita la tecnología digital.

Para entender mejor a que se refiere con la sociedad hiperindustrial a la que refiere Stiegler, en la reseña al libro“La société hyper-industrielle” del autor Pierre Veltz, que realiza Eguzki Urteaga (2017, p. 188) menciona que, ésta se provoca por los procesos de globalización económica, formas territoriales de la economía del conocimiento, nueva industrialización y estrategias de las empresas, lo que provoca la sociedad súper-industrial como una representación de un nuevo capitalismo productivo que vive la sociedad.

Haciendo una revisión socio-histórica, es el ser humano el centro del cambio y del proceso de transformación vivido y aho-ra con mayor fuerza en la transformación digital. Las tecnologías casi casi obligan, o dicho de una manera más sútil invitan, a las empresas a que reajusten sus dinámicas de trabajo y eso implica una serie de cambios y adaptaciones.

La transformación digital debe ser vista como una etapa de desarrollo de negocio para la empresa, pero también para los colaboradores. Para Javier Neira (citado en Portafolio, 2019) la transformación digital no solo es hablar de tecnología, su significado es más amplio, es entender al cliente y mejorar siempre la experiencia de usuario, empleando si la tecnología como una aliada, para que los procesos de atracción, retención, remuneración y desarrollo evolucionen y logren su objetivo.

Las nuevas tecnologías están cambiando las dinámicas de los procesos de producción, de servicios y de consumo lo que hace que la naturaleza de los negocios también cambie. Existen procesos de fabricación en la industria que ya se han au-tomatizado y otros que también son susceptibles de ser automatizados para mejorar su eficiencia (González-Filgueira & Rodríguez, 2018, p. 2).

Lo que se ha abordado hasta ahora es un marco referencial que permite hacer una retrospectiva de lo sucedido y que se alinea a la temática objeto de estudio de este artículo, la automatización inteligente en la gestión de la comunicación.

4. El poder de la automatización en las organizaciones

Los avances en los desarrollos técnicos en hardware y software de computadora, ha permitido introducir la automatización en prácticamente todos los aspectos de los sistemas humanos-máquinas (Parasuraman, Sheridan, y Wickens, 2000, p. 286). Esta ciencia no solo reemplaza la materia física, sino que provoca cambios en las actividades desarrolladas por los seres humanos.

El desarrollo tecnológico del que somos parte va unido a la automatización que para Parasuraman et al., (2000, p. 287) se refiere a la sustitución total o parcial de una función, previamente realizada por el ser humano, pudiendo variar el nivel de aplicación, es decir si el proceso es ligera o altamente automatizado. Para entender mejor el concepto de automatización, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RACEFyN) de España parte de la definición de la automática, entendida como el conjunto de métodos y procedimientos para la sustitución del operario en tareas físicas y mentales pre-