doxa.comunicación | 29, pp. 169-196 | 185

julio-diciembre de 2019

Cesibel Valdiviezo-Abad y Tiziano Bonini

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

El internet de las cosas, IdC (por sus siglas en español), algunas veces denominado internet de los objetos representa la próxima evolución de internet, que es un enorme salto en su capacidad para reunir, analizar y distribuir datos que se con-viertan en información, conocimiento y luego llegar a ser sabiduría (Evans, 2011, p. 2).

Esta gran revolución tecnológica que se provoca entorno al internet de las cosas es uno de los campos que impactará fuer-temente en la comunicación de las personas. Para Baldi (2017, p. 195) internet de las cosas a través de sus nuevos sensores inteligentes, multiplicará los automatismos de las prácticas cotidianas.

El internet de las cosas, según Marcelo Alcaraz (2014, p. 6), permitirá dos desarrollos en comunicación, por un lado, ana-lizar el comportamiento de los consumidores a raíz de las preferencias de sus usuarios y fruto de ello generar nuevos pro-ductos al mercado. Y, por otra parte, generar publicidad personalizada de acuerdo a los intereses de los consumidores de una manera más interactiva, especializada y focalizada a cada persona.

Con todos los avances que presenta el internet de las cosas como tecnología de uso mundial se estima que aportará al incremento de las ventas de productos de diversas empresas tradicionales, llevándolos a una hibridación entre el sistema de venta tradicional con el virtual.

El internet de las cosas pudiera representar la próxima evolución de internet, que será un enorme salto en su capaci-dad para reunir, analizar y distribuir datos que se conviertan en información, conocimiento y luego llegar a ser sabiduría (Evans, 2011, p. 2), elementos que se convierten en claves para generar una correcta comunicación entre las organizaciones y los diferentes públicos.

Esta revolución es una fusión entre la tecnología y otras ciencias que permiten avances en ámbitos mucho más amplios hasta los ahora vistos y estudiados. Es una proyección de futuro con elementos y avances nunca antes vividos en la huma-nidad y que aportará a la automatización.

6.2. Big data

Los acontecimientos desarrollados durante el proceso de revolución y transformación industrial y actual cambio tecno-lógico han sido fundamentales en la historia. Pero, es en el siglo XX el que supone una reafirmación de la automatización a través del big data (Túñez López & Toural-Bran, 2018, p. 185) y otras tecnologías como el internet de las cosas lo que ha permitido que la automatización inteligente surja. Posiblemente esta es la tecnología que más ha generado aporte a la automatización.

El big data son dos palabras en inglés que traducidas al español hacen referencia a grandes datos, a un conjunto inmen-so de información que resulta complejo su almacenamiento, análisis y gestión. Ahora mismo, el big data representa una oportunidad de acercamiento con los públicos para las organizaciones. Por lo que las empresas empiezan a segmentar las bases de datos de acuerdo a sus públicos de interés y evitar así una excesiva acumulación de información que resulta muy complejo de administrar.