doxa.comunicación | 31, pp. 63-86 | 67

julio-diciembre de 2020

María Díez-Garrido

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

quienes deben informar sobre la finalidad de los recursos que aportan a las formaciones, harán un ejercicio de higiene democrática y fortalecerán la democratización de sus procesos.

2. Objetivos y metodología

El objetivo principal de este trabajo consistió en evaluar si los partidos políticos abiertos fomentan los principios del Gobierno abierto. Para ello, en primer lugar, se pretendía elaborar una guía de buenas prácticas con las iniciativas que las formaciones deben seguir para ser considerados abiertos. En segundo lugar, se quería comprobar si los principales partidos políticos del país (Partido Popular, Partido Socialista, Unidas Podemos y Ciudadanos6) cumplen los mencionados principios. Este trabajo contó, por tanto, con dos partes diferenciadas, para las que se aplicaron diferentes metodologías:

1. Elaboración de la Guía de buenas prácticas para partidos políticos abiertos.

2. Evaluación de los partidos políticos basada en las iniciativas presentes en la Guía.

Para la elaboración de la Guía de buenas prácticas para partidos políticos abiertos, se tuvo en cuenta la ausencia de es-tudios académicos anteriores respecto a este concepto. Se eligió la metodología Delphi, precisamente porque uno de sus funciones es encontrar respuestas a un problema complejo. El método Delphi consiste en rondas de cuestionarios a personas especializadas en un campo (Astigarraga, 2003).

En primer lugar, se definió el tema de estudio y se seleccionó a un panel de expertos procedentes de diferentes disciplinas (Derecho, Ciencias Políticas, Comunicación) en los campos de la transparencia, la participación ciudadana y la colabo-ración, a quienes se les planteó su participación en el trabajo. Finalmente, 20 personas respondieron a las dos rondas de cuestionarios. El listado de personas que participaron en el estudio Delhpi está disponible en los anexos de este artículo.

El primer cuestionario tenía como finalidad la definición de los principios de los partidos políticos abiertos, mientras que en el segundo cuestionario se definieron iniciativas concretas y los especialistas evaluaron sus propias respuestas.

Cuando se obtuvieron los resultados de los cuestionarios, se siguió el criterio de Fomin et al. (2008), en el que se combi-naron las respuestas, la bibliografía internacional consultada y el criterio propio para elaborar la Guía de buenas prácticas para partidos políticos abiertos. A continuación, se creó una página web (www.partidospoliticosabiertos.com), para fo-mentar la transparencia del proceso, desde la que se pudieron recibir sugerencias y comentarios para seguir desarrollan-do la guía.

La segunda parte de esta metodología consistió en evaluar si los partidos políticos mencionados cumplen con lo estable-cido en la Guía en sus páginas web, para lo cual se realizó una ficha de análisis, cuyos ítems eran cada uno de los prin-cipios recomendados anteriormente. Esta ficha de análisis, como estaba basada en la Guía –que se explica en epígrafes posteriores–, contó con tres bloques diferenciados: Bloque I. Transparencia, Bloque II. Deliberación y Bloque III. Toma de decisiones y Colaboración. Salvo en casos excepcionales, los ítems se calificaron con un 2 en caso de cumplimiento, con un 1 en caso de cumplimiento parcial y con un 0 en caso de incumplimiento.

6 Se seleccionaron aquellas formaciones con representación en el Congreso de los Diputados en la XII Legislatura. Solamente se seleccionaron los partidos que se presentaban a nivel nacional.