El IV Plan de Acción de Gobierno abierto de España se desarrollará entre los años 2019 y 2021. Sus principales objetivos son impulsar la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, continuar desarrollando la transparencia y los datos abiertos, fortalecer los valores éticos y de confianza de la ciudadanía y sensibilizar a la sociedad y al funcionariado público de los valores del Gobierno abierto2.

1.2. Partidos políticos: de la transparencia a la apertura

La publicación de información no solo se ha estudiado y desarrollado en las administraciones públicas, sino que el sector privado también se ha visto influido por la transparencia. Los partidos políticos españoles comenzaron a ofrecer en sus páginas web una sección dedicada a la transparencia en 2011, como señalan Dader, Campos y Quintana (2011).

A ello han contribuido la actividad realizada por diversos organismos que se dedican a promocionar la apertura infor-mativa, como Transparencia Internacional3, la Fundación Compromiso y Transparencia4 y Dyntra5. Estas organizaciones hacen presión a las formaciones a través de la publicación de evaluaciones sobre su transparencia, aunque la falta de un consenso metodológico hace preciso reforzar estas mediciones y valorar no solo la publicidad activa, sino otros aspectos sobre la apertura de las formaciones.

Los partidos políticos deben cumplir con varias obligaciones de transparencia activa desde la aprobación de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno. Pero la normativa resul-ta insuficiente por las carencias que presenta, como las escasas exigencias de publicidad activa y la ausencia de sanciones ante el incumplimiento de la norma (Cotino, 2014). Es necesario, por tanto, que los partidos políticos se esfuercen en ser más transparentes y abiertos que lo que la propia norma exige y demuestren así ejemplaridad democrática.

Los partidos políticos no deben ser transparentes solo por que estén obligados por la LTABG. La transparencia es un con-cepto ligado a la eficacia y la honestidad de cualquier actividad política y que, aunque no es la solución, es la base de la restauración de la confianza de la ciudadanía en la clase política.

Se debe destacar que, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 45,3% de la población española considera que los partidos políticos representan uno de los principales problemas en la actualidad. A esto hay que sumar que, en España, los partidos políticos reciben más del 75% de su financiación de fuentes públicas (Gavilanes, Andrés y Belmonte, 2016). Por tanto, las formaciones deben rendir cuentas a la ciudadanía, que aporta una gran parte de sus ingresos y es, además, a quienes quieren gobernar.

Todos estos motivos refuerzan la idea de que los partidos políticos no solo deben potenciar la transparencia, sino también la participación y la colaboración para permitir el acceso a su información, fomentar el debate, la toma de decisiones y la colaboración con la ciudadanía. Potenciando estas medidas, los partidos lograrán rendir cuentas los ciudadanos, a