84 | 30, pp. 79-106 | doxa.comunicación

enero-junio de 2020

Análisis de los componentes del bien intangible Compromiso Ciudadano en el sector público

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Delli Carpini (2004) también cree que antes de llegar a la acción de compromiso el ciudadano pasa por unos estadios pre-vios. Específicamente, habla de tres pasos: 1) la comprensión y la aceptación de los valores democráticos; 2) la adopción, en base al primer punto, de actitudes y creencias políticas y cívicas y; 3) la creación de opiniones sólidas sobre los asuntos públicos.

Las ideas de Uslaner (2003) sobre el proceso mental del engagement no siguen un orden cronológico o lineal, sino que de su planteamiento se sustraen varias posibles fuentes de activación del compromiso que actúan de forma independiente o conjunta:

Elementos sociales, económicos y políticos: “las personas con más recursos se muestran más propicias a participar” (Uslaner, 2003: 2);

La motivación personal por una causa concreta: la raíz del interés por “involucrarse en política, por ejemplo, es muy diferente a la del voluntariado” (p. 1);

La confianza en las capacidades propias para participar: “las personas que creen que pueden marcar la diferencia son las que más se involucran en la vida pública” (p. 3);

La confianza2 y la satisfacción con el sistema: la confianza, por un lado, es uno de los conceptos más desarrollados en relación con el engagement (Yang, 2005; Yang y Callaham, 2007; Van der Walle, Van Roosbroek y Bouckaert, 2008). Us-lander (2003) entiende que “las personas que siguen la política y que creen que el sistema les dará respuesta –confían en el sistema- también tienen más probabilidades de involucrarse” (p. 3). La satisfacción, por su parte, se asocia a unos mejores niveles de compromiso en las sociedad, sin embargo, algunos autores advierten de que esta “se ha debilitado en casi todos los países democráticos” (Benedicto y Morán, 2003: 3).

De las cuatro razones que ayudan a entender por qué se movilizan las personas, tres (a, b y c) corresponden a cuestiones meramente individuales, mientras que solo la última implica cuestiones en las que la Administración Pública puede interferir. Esto significa que, para que exista un compromiso por parte de los ciudadanos, los gestores públicos deben prestar especial importancia a los niveles de confianza y satisfacción que crean en sus públicos.

3.2 Expresiones del Citizen Engagement

Por expresión entendemos la forma que adopta el compromiso. Posiblemente el término más estudiado en relación con las expresiones de engagement sea el de participación, de tal forma que, se considera que un ciudadano expresa compro-miso cuando participa. La relación entre ambos conceptos ha sido tan desarrollada por los autores (Verba y Nie, 1972; Putnam, 1993, 1995, 2000; Brady, 1999; Adler y Goggin, 2005; Cooper, 2005; Teorel et. al, 2007; Ekman y Amna, 2012) que, en muchas ocasiones, han llegado a difuminar los matices de ambos conceptos, pasando a su identificación como térmi-nos sinónimos.

2 La confianza, según Offe (1999 citado en Yang, 2005: 274), es entendida en cuatro dimensiones: 1) la confianza de los ciudadanos en sus conciudadanos; 2) la confianza de los ciudadanos en el gobierno; 3) la confianza de las élites políticas en otras élites; y 4) la confianza de las élites políticas en los ciudadanos.