88 | 29, pp. 75-95 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2019

Pervivencia en la serie de televisión “La que se avecina” de los estereotipos contra las mujeres denunciados...

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

En el capítulo 7, el único estereotipo que se reproduce de manera explícita es el 4 (poca exigencia de misma), en el personaje que encarna a la primera mujer de quien dijo al hijo de ambos sobre su segunda pareja que “Judith tiene por fin una familia, ha cumplido su sueño”, como hemos referido. Esta primera esposa sigue viviendo en la casa del ex y le recrimina a su ex marido sus ganas por ligar con treintañeras, así como la imagen distorsionada y falsa que él tiene de mismo. Si bien lo que dice es verdad, la imagen objetualizada y carente de autoridad con la que se presenta a este per-sonaje femenino deslegitima su discurso. La mujer en general, no obstante, sigue estando degradada en este capítulo a través de los insultos con los que el personaje sexista y xenófobo por excelencia, “el mayorista que no limpia pescado” dedica a varios personajes femeninos. La califica de “bollera loca” porque cambia su orientación sexual y luego repite el insulto habitual con el que define a la psicóloga que vive en esta peculiar comunidad de vecinos con el termino de “guarri-lla pelirroja”. Insulto que también repetirá el que va a dejar de ser marido de la psicóloga con el que se ha empezado este análisis. Por otro lado, que hay un ejemplo de empoderamiento femenino en el personaje de la abogada que muestra su profesionalidad ante los personajes que encarnan el machismo personificado. No obstante, en varias escenas aparece en situación de desigualdad respecto a sus vecinos al aparecer con bata y ropa interior dejando ver buena parte de su pecho. En esta escena, se presupone que acaba de salir de la ducha y va vestida con tacones. Con todas las respuestas que ofrece para mantener a raya a sus vecinos, se queda muda ante el comentario machista del vecino cuando ella les abre la puerta en bata.

En el capítulo 8 también aparece el estererotipo cinco, (supedita su voluntad a la del varón) en la mujer del machista xenófobo quien acata las órdenes de su marido cuando en la comida le pide, con mala educación, que traiga el pan y las servilletas a la mesa. Su falta de diligencia para servirle la comida lo resume el marido diciéndole “estás que no estás”. En esta misma escena aparece una variante del estereotipo 8 (la trascendencia erótica consiste en habituarse a hacerse pre-sa) al ofrecerle al marido sexo con el fin de lograr que no vaya a reprender a la vecina. El estereotipo 4, (poca exigencia de misma) aparece cuando el padre de los cuatro hijos, transformado en vagabundo, conoce a otra sin hogar que intenta hacerle una felación al minuto de conocerle “porque le ha caído bien”.

La psicóloga, intentando ligar al joven que también tiene una hija pequeña como ella y cuya mujer vive fuera, dice: “Echo de menos a un hombre a mi lado porque necesito seguir sintiéndome mujer”, frase que evidencia los estereotipos 1 y 2 (incapacidad para bastarse a mismas y poca exigencia de misma, respectivamente).

En el capítulo 9, no aparece de manera explícita los estereotipos salvo en la actitud del padre de cuatro hijos que decide demostrar su supuesta “superioridad” (estereotipo 2), yéndose a “ligar” a una discoteca. Ahí desprecia e insulta a las mujeres que no son delgadas o guapas. Uno de los vecinos intenta ridiculizar el trabajo de la psicóloga al referirse a ella como la “comecocos”. 4.996.000 espectadores vieron el inicio de la novena temporada y un 27,2% de share, “el segundo con mejor share de toda su historia, solamente superado por el share del capítulo 1” (28,8% y 4.161.000)”.

Empieza el capítulo de la décima temporada con la plasmación de los estereotipos 5 y 8 (sentimiento de inferioridad al considerar que los hombres son mejores que las mujeres y la trascendencia erótica consiste en habituarse a hacerse presa) al decir una de las protagonistas, joven y muy guapa, que a pesar de que no tiene ni idea, está trabajando como cortadora de jamón ibérico porque se está “tirando al jefe”.