cualquier momento y desde cualquier lugar que tenga conexión. No hay limitaciones y todo está disponible y al alcance de un click (Rial et. al., 2015).

Cuando un adolescente percibe que su realidad física no responde a los estándares definidos y difundidos por la publici-dad y los medios de comunicación, encuentra en la red toda una serie de recursos y contenidos (información nutricional, tablas de ejercicios, youtubers que explican entrenamientos y rutinas deportivas…) en los cuales confía ciegamente para orientar su esfuerzo y dedicación en pos de conseguir el desarrollo y la definición muscular deseada. Los peligros que este medio conlleva se esconden tras la libertad de contenidos y la ausencia de censura. Cualquier adolescente podrá acceder a numerosos contenidos que son prescritos o recomendados por “entes anónimos” o encubiertos que aseguran que si realizan determinadas rutinas o consumen determinados productos conseguirán su objetivo físico (García, 2015).

2. Metodología

Para la investigación de este artículo se realizó un estudio experimental que permitiera analizar la influencia de la pu-blicidad en la percepción corporal y en el nivel de autoexigencia de cuidados hacia el cuerpo (alimentación y deporte) respecto a una muestra de adolescentes (entre 15 y 18 años). Aunque nuestro foco de interés se centra en cómo afecta esta cuestión a los adolescentes chicos (y los principales resultados que reflejaremos serán sobre este aspecto), el estu-dio se realizó sobre una muestra paritaria de chicos y chicas abarcando los siguientes objetivos: investigar si la visión de imágenes publicitarias que muestran modelos estéticos masculinos musculosos y definidos influye significativamente en la percepción y valoración corporal de los jóvenes (especialmente en los chicos), y observar cómo repercute esta misma cuestión sobre sus compañeras; además, se buscaba analizar si para los adolescentes en general el aspecto físico es un valor importante sobre el que tienen que esforzarse para alcanzar unos niveles socialmente establecidos; Y, finalmente, también se pretendía estudiar si los adolescentes recurren a Internet como fuente de información sobre aspectos relacio-nados con la mejora del aspecto físico.

La pretensión de esta investigación no es la de ser un estudio categórico sobre el tema, sino la de ser una prueba más que apoye el planteamiento de las posibles repercusiones que los valores connotados que transmite la publicidad a través de estereotipos somáticos idealizados, pueden llegar a tener sobre un público con poca capacidad crítica y analítica, y tan sugestionable e influenciable, como puede ser el adolescente.

La prueba se realizó con una muestra de 552 adolescentes de primero y segundo de bachiller (alumnos entre 15-17 años de media). El planteamiento de la prueba consistió en dividir el total de adolescentes en dos subgrupos (grupo experi-mental y grupo de control) con 276 alumnos por grupo, buscando el equilibrio en paridad de sexos y media de edad. Se confeccionaron dos bloques de anuncios publicitarios (con 20 anuncios por bloque). En el primero de ellos (Bloque A) primaban anuncios con una fuerte presencia de modelos masculinos estereotipados (con cuerpos magros, definidos y musculados); y el segundo bloque (Bloque B) contenía anuncios con modelos publicitarios con una constitución física no estereotipada. A los adolescentes del grupo experimental se les pasó el visionado de los anuncios del denominado “Bloque A” y al grupo de control se les hizo observar el pase de los anuncios del “Bloque B”.