54 | 29, pp. 43-60 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2019

Las demandas a la RAE sobre el sexismo del diccionario: la repercusión del discurso mediático

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

La RAE elimina la acepción “fácil” referida a la mujer que “se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales”. Aun-que las modificaciones del Diccionario online se hacen anualmente cada mes de diciembre, la institución decidió el pasado 8 de marzo no esperar e incorporar ya esta reforma (abc.es, 15-III-18).

Por último, el 7 de mayo de 2018 se produce una nueva petición a la RAE por parte de un instituto malagueño: cambiar la cuarta y quinta acepción del término fregona; como se explica en el ejemplo 38, la petición imita la iniciativa del instituto tinerfeño, a quien se le adjudica el éxito del cambio en la acepción del adjetivo fácil:

Alumnos de instituto piden a la RAE cambiar la definición de fregona que dice “mujer tosca e inculta; criada que sirve en la cocina”. Alumnos del instituto Los Manantiales, en Torremolinos, piden que se cambie la definición de ‘fregona’ en la RAE. Para ello, varios alumnos de Secundaria han hecho un vídeo en el que ellas dicen que no son fregonas, y ellos subrayan: “Si ellas son fregona, todos somos fregona” (antena3.com, 7-V-18).

¿Por qué fregona solo puede ser ella y él no? Alumnos de un instituto de Torremolinos piden a la RAE que modifique la acepción despectiva del término y use el género neutro. […] Este “micromachismo” ha sido cazado por los estudiantes de la asignatura Cambios Sociales y de Género de dos cursos de Tercero de la ESO del centro educativo malagueño, que trabajan durante el curso en la búsqueda de vocablos con significados negativos para la mujer. “Seño, ¿has visto la defi-nición que viene de la palabra fregona?”, le dijeron hace pocas semanas a la profesora que imparte la materia, Francisca Escorza. La docente había hablado en clase del triunfo de los alumnos de Primero de Bachillerato del instituto canario de La Orotava, que en apenas un mes consiguieron gracias a un vídeo que la Real Academia modificara la quinta acepción de la palabra fácil, de tal forma que ya no se refiere a la mujer, sino a la persona que “se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales”. (elpais.com, 15-VI-18).

Llama la atención la escasa repercusión en prensa de esta demanda, lo cual está relacionado con el poco seguimiento que ha tenido en las redes sociales16, posiblemente porque se trata de acepciones que –a diferencia de las demandadas en las ocasiones anteriores– ya aparecen marcadas como despectivas en el DLE.

3.3. Argumentos y actitudes ante las definiciones demandadas

La descripción de los actores que intervienen en los textos analizados nos lleva a una polarización ideológica (van Dijk, 2010a: 26) que enfrenta a la Academia con colectivos o individuos “feministas”. El debate mediático se traba, fundamen-talmente, a través de expertos y de expertas de ambos bandos, que argumentan o contraargumentan, pues, como señala van Dijk (2010b), el discurso goza de más credibilidad si se acompaña de citas y referencias, las cuales son las pruebas y evidencias que legitiman el conocimiento.

En la polarización establecida entre los defensores del feminismo y los defensores de la Academia, los primeros plantean que la autoridad prescriptora es la Academia; sin embargo, esta siente que la imposición llega de parte de “los otros”, refe-ridos en el siguiente ejemplo como “determinado grupo de opinión”, en alusión al feminismo:

En eso la Academia tiene una postura “totalmente abierta”, aunque no vaya a retirar del Diccionario “términos controverti-dos, relacionados con situaciones desagradables, sobre todo para un determinado grupo de opinión”. “Eso no lo va a hacer nunca”, añadía Villanueva.” (abc.es, 17-X-14).

16 El 29 de mayo de 2018 la petición tan solo contaba con 36 firmas.