La inversión del sujeto pasivo en el IVA: Análisis jurídico de su función como mecanismo de lucha contra el fraude.

Abstract

Es innegable que el Impuesto sobre el Valor Añadido sigue constituyendo en la actualidad el impuesto clave en la Unión Europea y que desempeña un papel esencial en el mercado único europeo. Ello es así, fundamentalmente, por su capacidad de generar no sólo una recaudación estable para los Estados miembros sino también para el sistema de recursos propios de la UE. Sin embargo, aun cuando el IVA constituye un tributo armonizado, no podemos obviar que estamos también ante un impuesto altamente imperfecto, que genera sistemáticamente problemas de índole diversa en el mercado intracomunitario. Sin la menor duda, de las deficiencias del impuesto objeto de atención, un problema grave que se debe destacar es el elevado nivel de fraude, algo que no sólo afecta gravemente al presupuesto de la Unión Europea, sino también al de los Estados miembros; combatir dicho fraude sería, sin lugar a dudas, un objetivo prioritario de interés común en las políticas fiscales. Hasta ahora la preocupación por la recaudación justa y adecuada en el IVA sólo estimuló la incorporación en la Directiva 2006/112/CE del nuevo mecanismo de la inversión del sujeto pasivo, como una medida de control tributario y lucha contra el fraude, con el fin de permitir que los Estados miembros se protejan adecuadamente contra aquellas situaciones que perjudiquen la recaudación tributaria.

It is undeniable that Value Added Tax remains the key tax in the European Union today and plays an essential role in the European internal market. This is mainly because of its ability to generate not only stable revenue for the Member States but also for the EU's own resources system. However, even though VAT is a harmonised tax, it must not be forgotten that it is also highly imperfect and frequently gives rise to various problems in the EU intra-Community market. One serious problem to be highlighted among the shortcomings of the tax in question is undoubtedly the high level of fraud, which has a serious impact not only on the budget of the European Union, but also on the budgets of the Member States; combating such fraud would undoubtedly be a priority objective of common interest in tax policies. While the European Union is encouraging action to make the necessary changes in order to make VAT more robust, resilient and impervious to fraud, the concern for a fair and adequate VAT collection only stimulated the incorporation in Directive 2006/112/EC of the new reverse charge mechanism as a tax control and anti-fraud measure, to enable the Member States to adequately protect themselves against situations that are detrimental to tax collection.