Abstract
La motivación de este trabajo surge de la necesidad de poder desarrollar la habilidad metacognitiva en las aulas, para lograr que el alumnado piense sobre su propio aprendizaje fomentando la toma de decisiones y la predisposición a aprender. Después de indagar en la literatura, se ha priorizado el trabajo de la habilidad metacognitiva en un grupo de alumnos de Educación Secundaria en unas circunstancias y contexto de un centro de alta complejidad, para poder crear un entorno de aprendizaje favorable que pueda impactar positivamente en su autorregulación y equilibrar así los efectos negativos de la situación de riesgo que viven fuera de las aulas. Para crear y llevar a cabo la propuesta se ha considerado imprescindible detectar las necesidades del grupo de referencia a través de un cuestionario en el que participan la docente y el alumnado. Es a partir de estos resultados que se ha identificado que las estrategias metacognitivas, sobre todo de evaluación, son aquellas que se deben desarrollar junto con las competencias matemáticas. Los resultados de esta propuesta muestran que el alumnado de forma consciente conecta los conocimientos previos para seguir aprendiendo. Además, a través de un acompañamiento diario, sabe cómo utilizar la evaluación espaciada para guiar su propio aprendizaje: identifica los errores de su práctica para corregirlos, identifica el nivel de logro de sus objetivos para monitorear su proceso de aprendizaje y reflexiona sobre sus áreas de crecimiento para detectar aquello que les falta mejorar para seguir logrando. Se concluye que el material proporcionado, la planificación global y diaria y el acompañamiento personal para desarrollar la habilidad metacognitiva, dan la oportunidad a todo el alumnado para poder desarrollarse desde cualquier punto de partida para alcanzar su reto individual, y conseguir así lo imprescindible en un aula: motivación y satisfacción personal.