Redruello Requejo, Marina

Growing evidence confirms choline as a critical perinatal nutrient. However, intake levels of choline and betaine among the Spanish fertile population remain unknown. Given their role in one-carbon metabolism with potential epigenetic effects, the aim of the present study was to evaluate the dietary intakes, their adequacy to existing guidelines and the main food sources together with other micronutrients involved in the methylation-methionine cycle (vitamin B6, folates and vitamin B12) in women of childbearing age. The ANIBES study, a cross-sectional study of a representative sample of women of childbearing age (18–45 years, n = 641) resident in Spain, was used. The sample was divided into younger women (18–30 years, n = 251) and older women (31–45 years, n = 390). Dietary intake was assessed by a three-day dietary record by using a tablet device. Total median intakes for the total sample were 303.9 mg/d for choline; 122.6 mg/d for betaine; 1.3 mg/d for vitamin B6; 140.8 g/d for folates, and 3.8 g/d for vitamin B12. The older subgroup showed significantly higher choline (p < 0.05), betaine (p < 0.001) and folates (p < 0.05) intakes than younger women. Main food sources for the whole sample were meat and meat products for choline (28.3%), vitamin B6 (25.7%) and vitamin B12 (22.8%); cereals and derivatives (79.9%) for betaine; vegetables (20.0%) for folates. Overall intake adequacy was only observed for vitamin B12, with a very limited number of participants showing adequate intakes for all the other micronutrients. These results illustrate there is a relevant need to raise awareness about optimizing the status of the methionine cycle-related vitamins and cofactors in this potentially vulnerable population.

Objetivo: cuantificar las ingestas dietéticas de los micronutrientes implicados en el ciclo metilación-metionina (colina, betaína, folatos, vitaminas (B6 y B12) en una muestra representativa de mujeres gestantes residentes en España; determinar la adecuación a las recomendaciones, y analizar sus principales fuentes alimentarias. Material y métodos: la determinación de la ingesta media se realizó a partir de los datos de consumo de los alimentos recogidos en la “Encuesta Nacional de Alimentación en población adulta, mayores y embarazadas” (ENALIA-2) (n = 133). Para el cálculo del aporte de folatos y de vitaminas B6 y B12 se emplearon los datos de composición nutricional recogidos en las “Tablas de Composición de Alimentos en España”, mientras que para la colina y la betaína, nutrientes no incluidos en las bases de datos de composición de alimentos en Europa, se empleó la “Base de Datos Nacional de Nutrientes para Referencia Estándar del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos” (USDA). La adecuación de la ingesta se estimó de acuerdo con las recomendaciones de las principales guías españolas, europeas y estadounidenses. Resultados: las ingestas medias diarias observadas fueron de 271,1 mg/día de colina; 142,5 mg/día de betaína; 182,8 μg/día de folatos; 1,4 mg/día de vitamina B6; y 4,5 μg/día de vitamina B12. Los niveles de adecuación a las recomendaciones resultaron insuficientes para la colina (< 60,2 %) y los folatos (< 30,5 %); cercanos a la adecuación para la vitamina B6 (> 71,6 %); y plenamente adecuados únicamente en el caso de la vitamina B12 (> 101,1 %). No resulta posible extraer ninguna conclusión con respecto al aporte de betaína al no existir recomendaciones establecidas. Las principales fuentes alimentarias fueron: alimentos de origen animal para la colina y la vitamina B12 (71,8 % y 97,4 %, respectivamente); cereales y derivados para la betaína (85,3 %); verduras y hortalizas (27,5 %) junto a cereales y derivados (18,6 %) para los folatos; y carnes y derivados (26,6 %), seguidos de verduras y hortalizas (17,9 %) para la vitamina B6. Conclusiones: los resultados obtenidos son indicativos de la necesidad de mejorar la ingesta y el estado nutricional de estos componentes de gran interés para la salud de la mujer embarazada. Como consecuencia del grado de adecuación observado, parece necesario y urgente el empleo no solo de estrategias para mejorar la dieta y el uso de alimentos fortificados, sino también de suplementos nutricionales de manera personalizada.