410 | 31, pp. 403-419 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2020

Historia del léxico español y la red global: algunos ejemplos

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

4.4. Esto no se correlaciona, de todos modos, con la cantidad de veces que podemos encontrar el adjetivo, sea en relación con Josué, el betsamita, el que tiene mayor número de recurrencias o en relación a los pasajes bíblicos relacionados con los habitantes de Betsamés. Queda, de todos modos, hacer un estudio recabado de las biblias y ver cómo se expresa el gentilicio en ellas.

5. Una voz desusada y su origen andaluz

Hay casos en donde, dentro de la tradición lexicográfica académica, una voz suele marcarse como propia de una zona peninsular, aunque se haya detectado que la voz se usa o se haya usado en Hispanoamérica o de alguna zona de esta. Asi-mismo, no se suele hacer referencia, las más veces, si la voz en cuestión es histórica o no. Con este contexto, en la mayoría de los casos, la tradición lexicográfica académica sigue tratando algunas voces como provincialismos peninsulares las más veces. Sucede, sobre todo, con provincialismos de Asturias o de Andalucía, focos de traspaso léxico al nuevo mundo fundamentales, como se ha visto en la bibliografía relativa al léxico hispanoamericano. Muchas veces, por una cosa de no revisitar críticamente ciertos artículos lexicográficos, esta información no se menciona. Además, mutatis mutandis, la información diatópica que aparece en la tradición lexicográfica académica es la hispanoamericana, silenciando la pro-vincial española. Es este, como se ve, todo un espacio crítico en el que trabajar e investigar, si de lexicología histórica estamos hablando.

5.1. Tomemos el caso de una voz histórica: hilo de acarreto, que se define como “Cordel delgado de cáñamo” y que el dic-cionario académico le da la marca diatópica de Andalucía (DLE).

5.2. Que la voz se usó en el resto de Hispanoamérica lo comprobamos con Rivodó (1889: 174), quien afirma que es “de uso corriente” en Venezuela. La voz, en efecto, es de larga data y extendida en Hispanoamérica. Aquí, para corroborarlo, más que CORDE o la Hemeroteca de la BNE, nos basamos en el Léxico Hispanoamericano, proyecto del hispanista norteame-ricano Peter Boyd-Bowman. No podemos dejar de mencionar este sitio abierto en la red, justamente, porque el proyecto es una instancia fundamental para todo aquel que quiera estudiar el español de América. En 1967, Peter Boyd-Bowman empezó a recoger datos para trabajar con el léxico hispanoamericano (proyecto llamado Léxico Hispanoamericano, LHA) y en 1971 publicó los materiales para estudiar el español de América del siglo xvi. Sin embargo, la cantidad de material que acopió era tal que la posibilidad de publicarlo en papel fue inviable. Es por esto que, en 1982, el Hispanic Seminary of Medieval Studies empezó a publicar el LHA en microfichas. Con los avances de la computación, en 1994, gracias al Natio-nal Endowment for the Humanities, el LHA se transformó en una base de datos en CD-ROM. Por último, en 2015, gracias al Graduate School of the University of Wisconsin-Madison, se publicó la versión en línea del LHA, de la que se puede acceder libremente. Justamente, en el LHA hilo de acarreto se registra en 1512 para Puerto Rico, en 1544 para Puebla, en 1559 para Potosí, en 1683 para el Reino de Nueva Granada y el más nuevo, dentro del corpus, en 1780 para Río de la Plata.

5.3 En Chile es conocido y usado desde el tiempo de la colonia; y así leemos en la Histórica relación del P. Ovalle (l.i, c. iv): “Sacan también el hilo que llaman de acarreto, y otros géneros de cordeles que sirven para varios efectos” (2007 [1646]).

5.4. Dentro de la lexicografía general española, la mención más remota es la que nos entrega la misma Academia desde la edición de 1780 con la marca de Andalucía, algo que seguimos comprobando con Alcalá Venceslada (1980 [1933]) en su