414 | 31, pp. 403-419 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2020

Historia del léxico español y la red global: algunos ejemplos

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

8. Un indigenismo vigente en Chile

Otra instancia en que el Léxico hispanoamericano (LHA) ha sido de gran ayuda para determinar la diatopía de una voz es en la construcción al apa. En este caso queremos ejemplificar la función de dicho banco, justamente, el caudal léxico no hispánico que conforma y caracteriza, sobre todo, al español hablado en América. En este caso en particular son los indigenismos que han pasado a la lengua española.

8.1. En el caso de la voz apa, Lafone Quevedo, en su Tesoro de Catamarqueñismos (1927 [1898]), comenta que procede de apa, que en quechua significa llevar y es la expresión que los niños dicen a sus nodrizas: apa, “llévame o cárgame”. En Chile, complementa Román (1901-1908), se usa como a cuestas, entre toda clase de personas como la locución adverbial al apa.

8.2. Lo que nos interesa de al apa es la extensión de uso del quechuismo, puesto que sigue teniendo absoluta vigencia en Chile. En la Argentina, fuera de lo que propone Lafone Quevedo, la voz no tiene registro alguno. En Chile, dentro de la tradición lexicográfica de diccionarios de chilenismos, se lematiza por primera vez en Rodríguez (1875), le siguen Ortúzar (1893), Echeverría y Reyes (1900), Román (1901-1908) y Medina (1928). Lenz, en su Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de las lenguas indígenas americanas (1979 [1904-1910]) afirmará que la voz se usa frecuentemente en Santiago.

8.3. En la tradición lexicográfica europea, la locución fue incorporada por primera vez en Alemany (1917) para Chile y le siguió el usual en 1970. No tenemos datos ni certeza de por qué el Diccionario Histórico de la Academia (1996) agregó, junto a Chile, el uso en Ecuador.

8.4. Las referencias al apa que podemos encontrar en el Léxico hispanoamericano (LHA) y CREA son, con este valor, para Chile o haciendo referencia a Chile.

9. Resultados

Con esta pequeña muestra lo que quisimos fue presentar, dentro de diversos aspectos, niveles y pertinencia dentro de la argumentación del problema en sí; es decir, cuán relevante es el uso y recurso del banco de palabras o el diccionario en línea. Nos detuvimos, por ejemplo, en el caso de una voz presente en la fraseología: sentada esta/la baza, gracias a la ob-servación crítica de un diccionario de principios del siglo veinte. Esta observación, dicho sea de paso, no había sido tenida en cuenta en el universo lexicográfico hispánico. En efecto, gracias a esta observación y su posterior desglose y análisis, detectamos un interesante caso de interferencia asociativa fonética, la que solo podía corroborarse con la identificación del étimo de la voz en cuestión. En este caso, el uso de corpus lexicográficos en línea de otros idiomas, como el italiano medieval y el occitano y el francés fueron fundamentales para poder comprobar la hipótesis.

Por otro lado, por la revisión constante de los étimos que nos proveen tanto Corominas como el DLE, quisimos corroborar hasta qué punto la voz montaña sigue teniendo un étimo hipotético. Para ello recurrimos al DÉRom, el proyecto diccio-narístico etimológico de las lenguas románicas más actualizado y está en línea. Si bien el étimo sigue siendo hipotético