Equívocos: son términos que expresan conceptos completamente distintos y, por lo tanto, se emplean en diversos sentidos.

Análogos: son términos que, aunque expresan conceptos distintos, no son completamente distintos sino solo en cierta proporción.

Aristóteles (1982: 151-2), de hecho, ya había empleado esta relación de analogía para referirse a la noción de “ser” de la metafísica, la cual ni es unívoca ni es equívoca, sino que es análoga, porque

El Ente se dice en varios sentidos, aunque en orden a una sola cosa y a cierta naturaleza única, y no equívocamente, sino como se dice también todo lo sano en orden a la sanidad: esto porque la conserva; aquello, porque la produce, lo otro porque es signo de sanidad, y lo de más allá, porque es capaz de recibirla; y lo medicinal se dice en orden a la medicina (pues esto se dice medicinal porque tiene el arte de la medicina; lo otro, por estar bien dispuesto por naturaleza para ella, y lo de más allá, por ser obra de la medicina); y de manera semejante a éstas hallaremos que se dicen también otras cosas.

2. Ecosistema digital. Transmedia

La interacción interdigital de los flujos comunicativos en las plataformas de redes sociales (Web 2.0, 3.0 y 4.0) desempeña un papel relevante para que se complete el proceso de lexicalización de un eufemismo. Particularmente la plataforma Web 2.0 ha promovido con intensidad la cooperación para transmitir, recrear, implementar e incluso tergiversar la termi-nología novedosa. La también llamada “web social” según Wikipedia

[…] comprende aquellos sitios web que facilitan compartir información, la interoperabilidad, el diseño centrado en el usuario y la colaboración en la World Wide Web. Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí, como creadores de contenido. La red social conocida como web 2.0 pasa de ser un simple contenedor o fuente de información; la web en este caso se convierte en una plataforma de trabajo colaborativo. Ejemplos de la Web 2.0 son las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs, mashups y folcsonomías.

De esta manera, el entramado transmedia digital cuyo punto principal es la web social se ha convertido en una auténtica revolución comunicativa al introducir la narrativa o ecosistema digital, es decir, la capacidad para transmitir información por diferentes sistemas y webs. A partir del uso generalizado de Internet, el correo electrónico, los blogs, las wikis, las re-des sociales como Twitter, Facebook, o Linkedin,

[…] cada persona se ha convertido en su propio editor/a, en su propio medio de comunicación a través de sus cuentas en Twitter, Instagram, Whatssapp, Telegram, Tumblr o cualquier plataforma de blogs. Como consecuencia de esta hiperconectividad una noticia, falsa o no, puede hacerse viral en función de su contenido debido a este ecosistema característico del mundo en el que vivimos (Bandrés, Badillo y Ramos, 2018: 161).

Este ecosistema y sus derivados se han erigido en auténticos entornos virtuales, aunque no siempre virtuosos, en los que se comparte la información gracias a que los componentes de la “web social” han hecho realidad la fluidez y el dinamismo en la transmisión de información. A ello hay que añadir, claro está, que la conectividad se ha visto reforzada más si cabe