308 | 31, pp. 303-314 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2020

La noción de patria en el discurso de Unidos Podemos (2016-2017): la articulación de un patriotismo constructivo

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

“¿Por qué razón cuando un ciudadano o una ciudadana española tiene un pleito con Google tiene que pleitear bajo la dependencia o los foros de los tribunales norteamericanos? Esta enmienda es muy sensata y nosotros creemos que ustedes, señores patriotas del Partido Popular, deberían defender la soberanía de nuestro país” (Díaz Pérez, DS, 20/06/2017, p. 40).

“No es la imagen de mi patria que yo quiero que se conozca en el extranjero, una imagen vinculada a perogrullos y a cuñadismos, señores del PP. Por último, a propósito de la soberanía –en esto estoy de acuerdo con usted–, el derecho de los ciudadanos de un país a decidir sobre su propio futuro, exactamente lo contrario que hicieron ustedes pactando con este partido la reforma del artículo 135 de la Constitución, entregar la soberanía de nuestra patria” (Iglesias Turrión, DS, 15/03/2017, p. 48).

“El problema es que su modelo político corrupto funciona en la diferencia española, concibiendo nuestra patria como una periferia de Europa” (Iglesias Turrión, DS, 13/06/2017, p. 61).

“Se demostró con la crisis económica, señor Rajoy, que no había unión de transferencia, se demostró que no había ningún federalismo, se demostró que en la Unión Europea nuestra patria España tiene intereses diferentes a los intereses alemanes; y esa es la prueba del fracaso del proyecto político de la Unión Europea” (Iglesias Turrión, DS, 15/03/2017, p. 15).

La formación también pone énfasis en que las élites económicas y la casta política no tienen más patria que su dinero. Aunque en sus discursos ensalcen la figura de España, sus dirigentes tienen cuentas en Suiza o en Panamá. Frente al pa-triotismo ciego de los conservadores, el partido reivindica un patriotismo constructivo, sustentado en la redistribución de la riqueza y en el respeto a los derechos y libertades de la ciudadanía. Los que defienden la marca España de modo cho-vinista –desde campos de fútbol con la pulsera en la muñeca– no son patriotas. Para Unidos Podemos, España es su clase trabajadora, “la camarera de piso que cobra una limosna por cada habitación que limpia”, la pensionista que no llega a final de mes o el joven que trabaja en condiciones precarias.

“Cuando hablamos de pagar impuestos, su patria no es España; su patria es Panamá, señorías” (Montero Gil, DS, 13/06/2017, p. 16).

“no es una moción contra España, es una moción por España y contra el Partido Popular, que es quien está saqueando este país y llevándose el dinero de los españoles a Suiza, a Andorra y a Panamá, que es la patria que más les gusta a ustedes” (Montero Gil, DS, 13/06/2017, p. 33).

“¿Qué es España, señorías? ¿España es una marca? ¿España es el palco de un campo de fútbol donde hay señores con pulseritas con la bandera y cuentas en Suiza? España no es eso, señorías. España es la gente trabajadora que madruga y se esfuerza para sacar a los suyos adelante. España es una camarera de piso con dolores de espalda y que cobra una limosna por cada habitación que limpia (…) España es una teleoperadora que cobra 700 euros al mes, una jubilada que estira la pensión para ayudar a los suyos y que tiene que pagar por su culpa por sus medicamentos” (Iglesias Turrión, DS, 13/06/2017, p. 39).

En relación con la cuestión populista, el dominio conceptual de patria resulta útil para reforzar la oposición pueblo élite. Esta dicotomía está presente en el discurso de Unidos Podemos durante al menos los dos primeros años de trayectoria parlamentaria. La patria es el sentimiento del que se jactan “los señoritos”; los que realmente la defienden son los tra-bajadores. Las élites económicas no se caracterizan por un “espíritu patriótico”, sino que viven a costa del Estado y de la ciudadanía. El gobierno del Partido Popular constituye una “trama de antipatriotas” que favorece deliberadamente los