doxa.comunicación | 31, pp. 265-281 | 279

julio-diciembre de 2020

Gabriel Eduardo Alvarado Pavez

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

sujetos políticos en el contexto contemporáneo. Esto es afín con procesos donde también se han articulado ideologías de orgullo en otros países, por ejemplo, en comunidades francófonas de Canadá (Heller y Duchêne, 2012).

Por su parte, el español anónimo, transparente y naturalizado en el sistema educativo, sostenido por las asimetrías sim-bólicas del modelo panhispánico de autoridad lingüística es raramente cuestionado en su estatus hegemónico. La excep-ción corresponde al grupo Hablai chileno? que, de modo bastante marginal, ha buscado subvertir las presuposiciones de aquella asimetría y la cuestiona valiéndose de la misma sustancia que la constituye: la producción de discursos de lengua con legitimidad social. Notablemente, no se detectaron más iniciativas conducentes al replanteamiento del modelo de autoridad en torno a la lengua nacional, ni siquiera en cuanto a cuestiones fuertemente ligadas a movilizaciones políti-co-lingüísticas contemporáneas, como el problema del sexismo en el lenguaje y las estrategias para combatirlo.

En este sentido, la etapa de rastreo también arrojó información muy relevante. Se evidenció la relativamente escasa mo-vilización en torno a políticas de lengua española en Chile, lo que demuestra una posible despolitización y una mini-mización de los problemas sociolingüísticos como relevantes en el seno de la nación. Ello ocurre no solo por parte de la población que participa en redes sociales, sino también por parte de la institucionalidad académica, universidades y organizaciones gubernamentales. No obstante, probablemente este vacío también esté influenciado por el carácter rela-tivamente novedoso de las redes sociales como Facebook. En la medida que se asiente el uso de estas redes como medios primordiales de comunicación social puede que la institucionalidad tradicional de la lengua española en Chile también adquiera un peso y una presencia cada vez mayor, emulando lo que ha sucedido con grupos emergentes de gestión lingüística como Kimeltuwe. Dado el carácter saturado de lo político en las redes digitales en la década que comienza, es esperable que pronto otros análisis en torno a estas problemáticas indiquen una renovada politización de la lengua española en el contexto chileno.

5. Referencias bibliográficas

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