278 | 31, pp. 265-281 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2020

Ideologías lingüísticas del español en comunidades y páginas de Facebook: políticas de lengua e identidad social...

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

4. Conclusiones

A partir de la lectura crítica de los espacios digitales estudiados, en el presente artículo se han analizado microdinámicas de la comunicación social en ámbitos digitales, las cuales informan acerca de esquemas macrosociales de la lengua es-pañola en/de Chile. Se observó, entre otras cosas, que cuando la cuica enfatiza que “habla spanglish”, se pone en relieve que las voces de origen inglés son consideradas prestigiosas en su entorno social e incluso las incorpora como elementos clave de su legitimidad identitaria. La ideología de autenticidad (Woolard, 2007) se encuentra aquí compenetrada con la necesidad de defender los límites de clase social. En cambio, el roto, al momento que dice “soy tu fans”, queda puesto en evidencia en su supuesta inferioridad cultural, pues demuestra un desconocimiento de las reglas de uso de las voces de origen inglés en el ámbito chileno.

El contraste entre ambas operaciones sobre la lengua es decidor de una desigual distribución de recursos simbólicos, cuya inequidad fundamental no está necesariamente establecida por una autoridad formal ni por dictámenes institucio-nales. Como sugiere Bourdieu (1984), la reproducción y el control del capital lingüístico ocurren de acuerdo con procesos que crean distinción por parte de las clases dirigentes en el contexto de la sociedad. Estos procesos convierten hábitos sociales adquiridos en impulsos percibidos como propios del carácter individual, como por ejemplo, el gusto referente las preferencias musicales o el modo de vestir. Dichos impulsos se naturalizan en el estilo de vida en un habitus, al tiempo que se convienrten en índices codificadores de clase social, así como también en modos de dominación. En esta línea, el rechazo de la clase alta a la palabra mami (y así también al reggaetón) constituye una táctica de distinción que la aparta de los usos culturales propios de las clases populares, subrayando una diferencia que va más allá de lo cultural y se instala en el ámbito de las relaciones de poder.

Se ha observado también aquí cómo la táctica de distinción se acopla a la preeminencia de formas sentidas como “correc-tas” o “superiores”, en adhesión aparente a una ideología de la lengua estándar (Milroy, 2001). Algo peculiar del caso visto, no obstante, es que la clase dirigente chilena no parece identificar necesariamente el estándar transnacional del español con su lengua propia y activamente desatiende demandas puristas por parte de la autoridad académica, en particular con respecto al uso de vocablos de origen inglés. Posiblemente, la adhesión estrecha a la norma del español transnacional, anónimo y transparente, regulado por las academias de la lengua, resulta menos útil para la marcación de clase social en Chile, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en Perú (De los Heros, 2012) o Colombia (Chaves-O’Flynn, 2017). Signifi-cativamente, aunque estos son países cuyas variedades de lengua principales son consideradas “superiores”, estas no son necesariamente sentidas como modelo lingüístico por la población chilena (Rojas, 2012c).

El análisis presentado también informa de la aparición de un tropo de orgullo crítico al eurocentrismo ideológico del pro-yecto nacional chileno, que revalora las singularidades lingüísticas y culturales de las clases populares de origen mestizo y de la comunidad mapuche. En este sentido, el orgullo se sitúa menos en discursos funcionales al sentido tradicional de nación (impulsado históricamente por las élites chilenas) y más en el despliegue de reivindicaciones emergentes de gru-pos históricamente marginados. En concordancia con ello, la celebración de la identidad lingüística del roto en Facebook y el éxito del proyecto de revitalización del mapudungun de Kimeltuwe brindan evidencia de una constitución de nuevos