doxa.comunicación | 28, pp. 201-221 | 203

enero-junio de 2019

Estibaliz Linares Bahillo, Raquel Royo Prieto y María Silvestre Cabrera

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Paradójicamente, la vida virtual se sumerge en una ambivalencia constante derivada de la coexistencia de espacios suma-mente subversivos para la ruptura de los esquemas de género y la exploración de identidades no-normativas1 (Haraway, 1991; Plant, 1998; Turkle, 1997; Zafra, 2005b); con otros marcados por uno de los mecanismos patriarcales más eficaces para el sustento de la dominación masculina: la violencia contra las mujeres (Lagarde, 1990). Así, en aras de demostrar cómo en el mundo virtual se reproducen formas concretas de dominación patriarcal, diversos estudios emergentes se están centrando en las ciberviolencia(s) que sufren las mujeres (Gobierno Vasco, 2013; Megias y Ballesteros, 2014; EIGE, 2018; UNESCO, 2017; Lenhart 2009; Powell y Henry, 2014; Strassberg, et al. 2012; Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, 2014; Navarro, 2016; EIGE, 2018).

Algunas de estas investigaciones señalan que el porcentaje de las chicas que sufren acoso a través de las TRIC supera al de los chicos –9% versus 6%, respectivamente, según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE, 2018); y 12% versus 8%, según UNESCO (2017)–. Sin embargo, la evidencia empírica muestra que el problema es más estructural y cualitativo, que cuantitativo, dadas las diferencias de género existentes en el objeto del acoso y en las formas que este adopta. En este sentido, las chicas son objeto de diversas modalidades de ciberacoso sexual y/o sexista, según sea el caso, lo que genera espacios intimidatorios contra sus cuerpos y su sexualidad (Lenhart 2009; Powell y Henry, 2014; Strassberg et al., 2012; De-legación del Gobierno para la Violencia de Género, 2014; Navarro, 2016; EIGE, 2018).

Nuestro propósito es explorar estas formas de agresión en una de las etapas vitales más cruciales para la configuración de la identidad: la adolescencia (Jiménez-Albiar et al., 2012; Vázquez, Estébanez y Herbón, 2013; Tubert, 2008; Pineda y Aliño, 1999; Rovira, 2001; Frosh, Phoenix y Pattman, 2002: 67; Martino y Pallota-Chiarolli, 2005; Renold, 2002, 2007; Egan y Hawkes, 2012). En concreto, este artículo quiere adentrarse en el ciberacoso sexual y/o sexista que sufren las chicas de la CAPV desde una perspectiva cualitativa, de género y (ciber)feminista. Para ello, en coherencia con los resultados de las in-vestigaciones revisadas, se parte de dos hipótesis principales: 1) las chicas sufren formas de ciberviolencia concretas, como la sexual y sexista; y 2) estas formas de ciberviolencia se sustentan en un legado patriarcal y machista2.

Desde estas premisas, el artículo, primero, recoge algunas de las investigaciones previas sobre las formas de violencia con-tra las mujeres que se están reproduciendo en la Red entre las personas adolescentes y revisa el marco conceptual utilizado en este ámbito, optando por un término acorde con la perspectiva ciberfeminista, entendida como una estrategia reflexi-va, crítica y política diversa que busca el empoderamiento de las mujeres en el mundo digital, y a la vez, la subversión y la transgresión de los condicionamientos tradicionales (Zafra, 2005b; Wajcman, 2004; Haraway, 1991; Turkle, 1991; Paasonen, 2011). Este primer análisis bibliográfico sustenta la parte empírica, que nos sumerge en los discursos de personas ado-lescentes de 15 a 17 años, de de la ESO y de Bachiller de 9 institutos diferentes de la CAPV y nos permite analizar las distintas formas de acoso que sufren las chicas, así como profundizar en las estructuras patriarcales/machistas y sexistas que subyacen a estas formas de ciberviolencia, y conocer sus consecuencias.

1 Las personas con identidades no-normativas subvierten la normatividad (hetero)patriarcal, bien porque sus comportamientos rompen con los mandatos de género, bien porque su orientación sexual no encaja con los esquemas heterosexistas (Valdes, 2013).

2 Este artículo parte de los resultados más relevantes obtenidos en la Tesis Iceberg Digital Machista.