doxa.comunicación | 31, pp. 251-264 | 255

julio-diciembre de 2020

Francisco Manuel Carriscondo-Esquivel y Amina El-Founti Zizaoui

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

asociación. Los últimos hitos, a rebufo del éxito de la película, son la serie Allí abajo (2015) –donde el título evidencia la similitud entre la posición geográfica y jerárquica– y la película El mundo es suyo (2018).3

Mientras que las representaciones analizadas por González Troyano (2018) son más bien las literarias, sin adentrarse en la lengua, las de Rafael Cano Aguilar (2009: 82-111) apuntan a la valoración de la forma de hablar andaluza por parte de los eruditos. En líneas generales, la estrategia ideada por el investigador consiste en la búsqueda de dichas apreciaciones en los textos presentes en el Corpus diacrónico del español (corde) de la Real Academia Española, lo que le lleva a descubrir los primeros comentarios negativos al respecto en el siglo xvi, con algunos precedentes en el xv. Dentro de la filología, el ejemplo quizás más conocido sea el testimonio de Juan de Valdés, en referencia a Elio A. de Nebrija, en su Diálogo de la lengua (h. 1538). Las alusiones son tildadas por Cano Aguilar de “arbitrarias e infundadas” (2009: 87), al basarse en es-casos datos a la par que erróneos, lo que probaría el escaso conocimiento de la variedad andaluza por parte del erudito conquense:

¿Vos no veis que, aunque Librija era muy docto en la lengua latina, que esto nadie se lo puede quitar, al fin no se puede negar que era andaluz, y no castellano, y que escribió aquel su Vocabulario con tan poco cuidado que parece haberlo escrito por burla? (Valdés 1984 [h. 1538]: 46).

[É]l era de Andaluzía, donde la lengua no stá muy pura (ibidem).

No me aleguéis otra vez para la lengua castellana el autoridad de Librija andaluz, que me haréis perder la paciencia (80).

Ya tornáis a vuestro Librija. ¿No os tengo dicho que, como aquel hombre no era castellano, sino andaluz, hablaba y escribía como en Andalucía, y no como en Castilla? (114).4

En su rastreo, Cano Aguilar remonta el curso del tiempo hasta el siglo xx. Asimismo, Carriscondo Esquivel (1999) realizó el análisis de los textos pertenecientes a las colecciones costumbristas del xix, muchos de ellos desconocidos por no estar en los grandes corpus de datos del español, salidos de la pluma de los epígonos de un movimiento que derivó en género, caracterizado por el olvido de sus propósitos primigenios (ya no se describe nada por temor a perderse ni se desea preser-var lo auténticamente nacional). De este modo, se aporta a este recorrido histórico una serie de muestras representativas de la relación de la gracia andaluza con su forma de hablar; de los tipos pintorescos (toreros, cantaores y bandoleros) como actantes; de los escenarios (la corrala, la taberna) en que se mueven; y, finalmente, de las escenas repletas de chas-carrillos, requiebros amorosos y piropeos:

3 Pueden señalarse otros productos audiovisuales, ordenados cronológicamente, como son Pixie y Dixie (1961), La vuelta al mundo de Willy Fog (1983), El color púrpura (1986), Los Fruittis (1989), Médico de familia (1995), Siete vidas (1999), Cuéntame (2001), Ana y los 7 (2002), Aquí no hay quien viva (2003), Acacias 38 (2015) y Anclados (2015). De todas estas muestras, queremos destacar aquí cómo, en el doblaje al español de El color púrpura (1986), el habla de los esclavos está impregnada de andalucismos para remarcar su bajo nivel socioeducativo. No hemos incluido en esta profusión de ejemplos el cine, producido durante el franquismo, de exaltación regional frente a propios y extraños, así como lo que parece ser su continuidad en los programas de la cadena autonómica Canal Sur. También hemos descartado a los presentadores de procedencia andaluza que son contratados precisamente por vincularse su forma de hablar a lo que podríamos denominar salero y desparpajo.

4 El análisis de estas observaciones a cargo de Ígor Rodríguez-Iglesias demuestra cómo es posible combinar la vía filológica (los orígenes de la ideología lingüística subyacente en esta visión del andaluz) con perspectivas críticas actuales, relacionadas con el ya comentado concepto de inferiorización (2018: 98-109) y el ahora introducido de decolonialismo (95-98).