doxa.comunicación | 31, pp. 187-205 | 195

julio-diciembre de 2020

Marta del Riego Anta

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

pausa en la narración para introducir una prolepsis que nos anuncia que esas visitas a Bruno Gelber se repetirán durante un largo periodo de tiempo, “a lo largo de meses”, y añade que el hecho de que él la llame “maravilla” significa un paso importante en la relación que se establece entre ambos.

Comparemos cómo está narrada la primera vez que llega a la casa y cómo se narra sucesivas veces. En la primera vez hay una minuciosa descripción del edificio y del portal de la casa antes de llegar a la escena que se repetirá durante todo el libro.

En el piso número doce espera Juana. Sostiene abierta una de las hojas de las puertas altísimas, dos metros de madera noble. Para abrirlas –desde adentro o desde fuera– hay que desconectar la alarma del departamento que permanece activada siempre. Juana es baja, menuda, de formas discretas pero contundentes: pechos definidos, caderas estrechas, muslos finos. Usa el cabello oscuro y lacio recogido [...].

- Hola, encantada, Leila.

- Encantada, cómo está. Juana.

Y por primera vez dice una frase que repetirá a lo largo de meses:

“- Pase, pase; el señor la está esperando”.

Siempre dirá “pase, pase” dos veces (Guerriero, 2019: 15-16).

En las sucesivas veces que narra la llegada ya no hace falta describir el edificio ni el portal: Guerriero va directa a la escena, una escena que se repetirá a lo largo del libro.

El viernes 5 de mayo a las seis de la tarde tengo que tocar el timbre varias veces en el piso doce. Hace frío, y la ciudad tiene un aspecto triste y congestionado. Juana atiende y avisa que ya baja, pero entonces un vecino abre la puerta y me deja pasar.

Mis pasos en el hall, el ascensor, la chicharra, Juana.

- Pase, pase: el señor la está esperando.

En la sala, frente a un desmedido, él ejerce la misma maniobra de empuje para levantarse.

- Hola, Bruno.

- ¡Maravilla! ¿Cómo estás? (2019: 116).

En el tercer tercio del libro, la descripción de la llegada ya se ha convertido, gracias a las elipsis, en un texto con las reso-nancias rítmicas de un poema.

El 14 de septiembre.

Mis pasos en el hall.

El ascensor.

La chicharra.

Juana.

- Pase, pase: el señor la está esperando.

El recodo del recibidor, la sala.