doxa.comunicación | 31, pp. 187-205 | 197

julio-diciembre de 2020

Marta del Riego Anta

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

sante aplicar la tipología de Aare (2016), que distingue entre: narrador en tercera persona reconstruida, que no ha estado presente en la realidad, el relato se reconstruye con testimonios y documentos; narrador en tercera persona retocada: ha estado presente en la realidad, pero desaparece del texto, el relato se construye a partir de la observación directa; narrador en tercera persona atenuada: ha estado presente en la realidad, pero aparece solo ocasionalmente en el texto, el relato se construye a partir de la observación directa; narrador en primera persona consonante: está enfocado en la experiencia del narrador, las escenas se construyen a partir de la observación directa; narrador en primera persona disonante: está enfocado en el relato de las experiencias del autor del texto, las escenas se construyen a partir de la observación y la vi-vencia directa.

Esta tipología nos ayuda a hacer una primera clasificación dentro de sus perfiles: en sus piezas sobre personajes falleci-dos como la poeta uruguaya Idea Vilariño (Idea Vilariño. Esa mujer, 2013), por ejemplo, se manifiesta como una tercera persona reconstruida: no ha estado presente en la realidad, el relato se reconstruye con testimonios y documentos. Gue-rriero habla con todo un elenco de personajes que conocieron a la poeta –hermanos, amigos, críticos–, busca testimonios escritos, voces grabadas, fotos, visita los lugares que habitó y bucea en sus poemas. Por ejemplo, para escribir sobre su funeral rescata noticias en la hemeroteca:

“No fue un acto de multitudes”, decía el artículo del diario El País, de Uruguay, que anunciaba que el 28 de abril de 2009 había muerto Idea Vilariño. Tres meses más tarde, el 24 de julio, el suplemento Cultural del mismo diario le dedicaba una edición completa, y la nota de portada firmada por Rosario Peyrou comenzaba citando una frase del crítico Emir Rodríguez Monegal: “Algún día seremos recordados como los contemporáneos de Idea Vilariño” (Guerriero, 2013: 49).

En este tipo de perfiles habría que referirse, en cuanto al modo, a un relato no focalizado o de focalización cero, que sería el relato clásico en el que narrador sabe más que el personaje, desgrana su vida vista en la distancia, sabiendo qué le su-cederá y cómo terminará: retomando el caso de Idea Vilariño, el perfil comienza con su funeral, por lo tanto, el narrador sabe mucho más que su personaje. Y también hay una focalización interna en la que el narrador dice lo que sabe tal per-sonaje, es decir, volviendo a Idea Vilariño, el narrador desgrana lo que cuentan los personajes que entrevista para el perfil.

En una segunda distinción, que correspondería a los perfiles sobre personajes vivos, hablaríamos, en cuanto a la voz, de una tercera persona atenuada: ha estado presente en la realidad, pero aparece solo ocasionalmente en el texto y el relato se construye a partir de la observación directa. En cuanto al modo, se trataría de focalización interna –narrador dice lo que sabe tal personaje– con largos pasajes de focalización externa –narrador sabe solo lo que observa– y en raras ocasio-nes no focalización –el narrador sabe más que el personaje–.

En el perfil de Facundo Cabral (2013) Guerriero utiliza los tres tipos de focalización. Está escrito en una tercera persona atenuada –el narrador aparece ocasionalmente en el texto–: podemos leer las respuestas de Cabral, pero no las preguntas que el narrador le hace; o las preguntas de Cabral, pero no las respuestas del narrador.

- Decirme si hay algún pozo. Yo sólo puedo mirar hacia adelante. No puedo ver hacia abajo o hacia arriba.

El bastón de madera palpa las baldosas de la Plaza San Martín, una de las zonas más elegantes de la ciudad.

- ¿Me acompañas a pagar el teléfono? (2013: 199)