58 | 30, pp. 55-77 | doxa.comunicación

enero-junio de 2020

Redes sociales y protesta política: un análisis del rol moderador del estatus socioeconómico...

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

cuencia la predisposición a participar en actividades políticas offline (Cho et al., 2009; Jung, Kim y Gil de Zúñiga, 2011; Lenzi et al., 2015; Wang, 2007; Yamamoto, Kushin y Dalisay, 2015).

Desde una perspectiva teórica los modelos centrados en el estudio de los efectos comunicacionales plantean que el con-sumo y divulgación de información de naturaleza política influye positivamente en el comportamiento político de los ciudadanos. Las investigaciones iniciales basadas en el paradigma de los efectos comunicaciones directos plantean que el uso de los medios de comunicación para la búsqueda de información sobre cuestiones de actualidad, temas sociales, políticos o de interés público favorece la implicación en actividades políticas (Gil de Zúñiga, Jung y Valenzuela, 2012; Kaye y Johnson, 2002; Scheufele y Nisbet, 2002). Por el contrario, los usos orientados hacia la diversión o el entretenimiento no presentan efectos significativos (Zhang y Chia, 2006). Estudios subsecuentes han desarrollado modelos de mediación comunicacional para explicar el efecto de los usos informacionales sobre la participación, abordándose recientemente el entorno de los medios sociales. El modelo O-S-R-O-R (Orientación Estimulo Razonamiento Orientación Respuesta) formulado por Cho et al. (2009) sostiene que el consumo de información política activa procesos autorreflexivos y de pro-cesamiento mental que son elementos necesarios para el posterior involucramiento político. Estos procesos cognitivos a su vez tienden a estimularse gracias a conductas expresivas y la discusión con otros sobre las temáticas revisadas, siendo factores que contribuyen al aprendizaje político. Al respecto, el estudio de Jung et al. (2011) centrado en los usos del in-ternet encontró que la búsqueda y divulgación de noticias duras influye indirectamente en el comportamiento político de los usuarios a través de la expansión de su conocimiento sobre los asuntos públicos, las problemáticas sociales y el proceso político.

Adicionalmente los esfuerzos de composición que demanda la publicación de opiniones, al igual que el componente deliberativo de las discusiones que pueden desencadenarse posteriormente, son elementos que también aportan al for-talecimiento del compromiso y el conocimiento político. Para Pingree (2007) la expresión política está compuesta por tres mecanismos subyacentes que impactan en el emisor: la expectativa previa a la expresión, la composición del mensaje y los efectos de su difusión. En conjunto estas etapas motivan la reflexión crítica, el aprendizaje de nuevos contenidos, la elaboración mental y el compromiso con las opiniones vertidas. En este punto, las redes sociales generan condiciones favorables en términos de costos, alcance e inmediatez para el desarrollo de conductas expresivas. Partiendo de los su-puestos del modelo teórico de las ganancias diferenciales, la variedad de actividades expresivas que facilitan las redes sociales estimulan el aprendizaje político significativo (Yamamoto et al., 2015). Dicho efecto se debe no solo a que los contextos comunicativos interpersonales promueven la toma de mayor consciencia e interés sobre los acontecimientos actuales, las cuestiones sociales y los contenidos políticos discutidos, sino que también motivan a los usuarios a buscar información adicional y sopesar diferentes perspectivas con el objetivo de formular argumentos de mayor calidad, anti-cipando los desacuerdos que pudieran surgir (Eveland, 2004; Pingree, 2007; Shah et al., 2005). De modo complementario el aprendizaje político influye positivamente en los sentimientos individuales de autoeficacia política, lo cual a su vez estimula las conductas participativas (Jung et al., 2011; Heiss y Matthes, 2016).

En resumen, se espera que los procesos señalados eleven la predisposición de los usuarios para comportarse política-mente. Investigaciones previas presentan entre sus hallazgos efectos positivos de parte de los usos informacionales y ex-presivos de las redes sociales sobre la participación política offline convencional y de protesta (Conroy, Feezell y Guerrero,