40 | nº 30, pp. 37-53 | doxa.comunicación
enero-junio de 2020
Nuevos roles del líder político en programas televisivos de infoentretenimiento
ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978
Tabla 1. Atributos (A) del actor político según la lógica política y la lógica televisiva
Lógica televisiva
Lógica política
A1
Personalización
Personalización
A2
Competencia comunicativa mediática
Competencia comunicativa mediática
A3
Popularidad
Popularidad
A4
Buena imagen (telegenia, estilo en el vestir)
Buena imagen (telegenia, estilo en el vestir)
A5
Buena dicción
Buena dicción
A6
Expresividad gestual
Expresividad gestual
A7
Disponibilidad
Disponibilidad
A8
Género (si se busca la paridad)
Género (si se busca la paridad)
A9
Carisma
Carisma
A10
Sintonía con el público
Sintonía con el público
A11
Flexibilidad del discurso. Capacidad de adaptarse a distintos formatos y estilos
Flexibilidad del discurso. Capacidad de adaptarse a distintos formatos y estilos
A12
Sencillez del mensaje
Sencillez del mensaje
A13
Atención al hecho más que al proceso
Atención al hecho más que al proceso
A14
Actitud polemista (espuela)
Capacidad retórica para el enfrentamiento
A15
Negatividad. Crítica al oponente
Negatividad. Crítica al oponente
A16
Polarización de ideas
Alineamiento ideológico
Ambigüedad
A17
Abaratamiento de los costes de producción
Remuneración por debajo de la habitual o pago en especie
A18
Interés último: generar audiencia para obtener mejores contratos publicitarios
Interés último: ganar popularidad y electorado
Fuente: elaboración propia
La personalización (A1) es una exigencia para la televisión que necesita poner rostro y voz a las ideas para que sean trans-misibles. Influida por esa necesidad, la política vive un proceso paralelo con un protagonismo creciente de los líderes frente a las doctrinas, conceptos u organizaciones colectivas (Rebolledo, 2017) y, derivado de ello, una preocupación del candidato por construirse y mantener un perfil de cara a su electorado.
Muchas de las cualidades buscadas en el político mediático tienen que ver con esa personalización, entre ellas poseer una buena imagen (telegenia) (A4), una voz clara y agradable (A5), expresividad gestual (A6), carisma entendido como el don para atraer al espectador a través de la presencia y la palabra (A9) y, por supuesto, la popularidad que garantiza ser reconocible por el público (A3). Otra característica ineludible en el político televisivo es tener competencia comunicativa mediática, es decir, conocer el funcionamiento del medio y los códigos que rigen en él para utilizarlos en provecho propio