doxa.comunicación | 30, pp. 145-163 | 151

enero-junio de 2020

Marta Rizo García

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Sociología Fenomenológica, que parten de una concepción de sujeto más conservadora o estática, pues en ellos el sujeto aparece como un actor social en interacción con otros con quienes cotidianamente construye significados en torno al mundo de la vida que experimentan colectivamente.

Algo parecido sucede con el concepto de comunicación intersubjetiva, que aunque es central para las tres corrientes, adquiere una dimensión ética y política únicamente en el caso de la Teoría de la Acción Comunicativa; los enfoques psi-cosocial y socio-fenomenológico comparten el ver a la comunicación intersubjetiva como base para la formación de sig-nificados, pero no hacen explícito hacia dónde debe orientarse esta comunicación, es decir, cuál es su propósito último. Estas corrientes proponen definiciones menos ‘comprometidas’ con el devenir social, incluso se podría decir que más ingenuas, dado que prácticamente omiten las estructuras de poder.

En un ejercicio de integración teórica, se propone la siguiente definición, que toma en cuenta ideas de los tres enfoques teóricos retomados:

la comunicación intersubjetiva es la base para la construcción de los significados sociales, orientada al entendimiento y la comprensión e, idealmente, posibilitadora de los consensos necesarios que permitirían, en último término, un tejido social democrático basado en argumentos racionales propios de hombres libres que actúan por el bien colectivo (Rizo, 2014: 306).

Esta definición pone el acento en lo argumentativo como elemento clave para la comunicación intersubjetiva. El peso recae en lo racional, efectivamente. Pero vale la pena plantear preguntas como las siguientes: ¿Se puede hablar de un pro-ceso de relación entre seres humanos donde lo emocional, lo senso-corporal y lo afectivo estén ausentes? ¿Es ello posible?

3. El cuerpo y las emociones: una propuesta para ampliar el espacio conceptual de la comunicación in-tersubjetiva

Como ya se indicó, en este ensayo se propone la incorporación de elementos como el cuerpo y las emociones en las re-flexiones sobre los aspectos interpersonales e intersubjetivos de la comunicación. La relación entre el cuerpo y la comu-nicación es fundamental para el abordaje de estos aspectos, puesto que el cuerpo es, sin duda, el primer medio que los seres humanos usan para su comunicación con el entorno:

La comunicación humana es comunicación desde el cuerpo, para el cuerpo y entre cuerpos. Somos conscientes de la existencia de los otros con quienes nos comunicamos, porque tenemos conciencia perceptiva sobre nuestro cuerpo, y desde nuestro esquema corporal constituimos las imágenes que tenemos de los otros y somos capaces de interactuar con él. El cuerpo, por lo tanto, no solo recibe, sino que, sobre todo, crea, significa. El lenguaje solo es posible si emana de los cuerpos vivientes y sintientes, y como tal, es la instancia que unifica al ser (Rizo, 2015:329).

Por tanto, los sujetos se relacionan con el mundo a partir del cuerpo. Por tal motivo, el cuerpo se puede entender como el espacio universal. Mediante nuestro cuerpo accedemos al mundo. Nuestro cuerpo nos permite ocupar un lugar en el mundo, y desde ese lugar, desde lo que denominamos esquema corporal, nos comunicamos con nuestros semejantes. Como afirma el filósofo Ramón Xirau, “cuando percibo a «otro» lo percibo como un ser encarnado, como un ser que vive