148 | 30, pp. 145-163 | doxa.comunicación

enero-junio de 2020

Comunicación intersubjetiva: de los enfoques clásicos a la incorporación de lo corporal y emocional...

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

2. Comunicación interpersonal y comunicación intersubjetiva: precisiones conceptuales

La comunicación intersubjetiva se concibe a menudo como sinónima de la comunicación interpersonal. Ciertamente, ambos conceptos comparten fenómenos o situaciones empíricas similares –nos referimos a la situación de comunicación entre las personas–, pero los andamiajes teóricos que los sustentan son diferentes. El término comunicación interperso-nal ha sido definido fundamentalmente por la psicología social, mientras que la comunicación intersubjetiva, como aquí la entendemos, requiere de una mirada de corte más filosófico para ser conceptualizada con mayor rigor y complejidad.

En este texto se recuperan algunas ideas clásicas para distinguir la comunicación interpersonal de la comunicación in-tersubjetiva. Sin embargo, la inclusión de ‘nuevos’ elementos –especialmente el cuerpo y las emociones, que inicialmente son vistos como elementos más propios de lo interpersonal que de lo intersubjetivo– hará que esta distinción no sea, al menos en este texto, tan central ni imprescindible para defender que la comunicación intersubjetiva debe ser pensada teóricamente e investigada empíricamente, porque se trata de un subcampo de estudios muy fértil que puede aportar reflexiones y datos que ayuden a comprendernos mejor.

El Interaccionismo Simbólico –término acuñado por Herbert Blumer en 1938–, la Sociología Fenomenológica –con la propuesta de Alfred Schütz al frente– y la Teoría de la Acción Comunicativa –propuesta por Jürgen Habermas– son tres corrientes clásicas que comparten el interés por la comunicación más allá de las situaciones de interacción cara a cara en la que todo sujeto social se ve inmerso cotidianamente. Estas tres miradas, si bien no son las únicas ni las más impor-tantes, son fundamentales para definir la comunicación intersubjetiva y distinguirla de la comunicación interpersonal.

La comunicación intersubjetiva destaca la construcción social inherente al fenómeno comunicativo. Ello se aprecia, en menor medida, en los acercamientos que se realizan a la comunicación interpersonal, que suele comprenderse más bien como la situación concreta y empíricamente observable en la que al menos dos personas establecen un contacto comuni-cativo, sea cual sea su propósito. Aquí se observa una distinción importante: la comunicación interpersonal es un hecho que acontece, un fenómeno social no instrumental, y que no requiere de teorización alguna, pues cuando queremos pensarla ya sucedió; mientras que hablar de comunicación intersubjetiva ya supone un acercamiento teórico particular al hecho o situación comunicativa dada.

Cabe mencionar que algunas aproximaciones a la comunicación interpersonal, a diferencia de la intersubjetiva, ponen el acento en la corporeidad de esta, en la situación de interacción entre dos o más cuerpos que comparten un espacio y un tiempo. Así lo destaca la siguiente afirmación de Sodhi:

Cada relación interpersonal implica alguna forma de comunicación, ya sea intencionada o no. El hombre, en cuanto se encuentra en interacción con otras personas, se está comunicando constantemente. Por su inclinación corpórea no puede dejar de comunicarse, ya que el hombre es todo cuerpo y el encuentro interpersonal se produce en la corporeidad (Sodhi, 2008: 31).

Como se aprecia en la cita anterior, el cuerpo adquiere una importancia cabal en las reflexiones sobre la dimensión in-terpersonal de la comunicación, de ahí que, sin que ello implique dejar a un lado las precisiones que permiten distinguir la comunicación interpersonal de la intersubjetiva, sea pertinente proponer que la incorporación del cuerpo y de las