87 | 27, pp. 81-97 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2018

Medios sociales y la participación política y cívica de los jóvenes. Una revisión del debate en torno...

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Dentro de esta perspectiva geopolítica es importante señalar la influencia de las redes sociales en Estados restrictivos de los derechos individuales y sociales. En los seis países pertenecientes al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCG), Elareshi et al. (2014) sostienen que los universitarios encuentran en Internet un espacio adecuado para publicar sus opiniones y percibir, a pesar del riesgo, una forma de satisfacer su falta de libertad de expresión; en otras palabras, en escenarios donde la participación offline es prácticamente inexistente no ha lugar a complementarlo con lo digital; simplemente se sustituye una por otro.

En Hong Kong, donde se aplica el peculiar modelo integrador de “Un país, dos sistemas”, Ji et al. (2017) observan que la dis-cusión online es un predictor relevante de la participación, pero la influencia es mucho mayor cuando el debate es cara a cara. Los autores argumentan que los contenidos discursivos en la esfera digital son menos ricos y, en ocasiones, excesiva-mente superficiales, aunque sugieren que la causa de ello se deriva de la presión política del gobierno chino que conlleva, a su vez, a una autocensura de los hongkoneses para compartir sus opiniones por internet.

En los casos particulares de Estados occidentales con tradición democrática, los resultados hallados por la investigación académica son divergentes entre sí: Xenos et al. (2014) observan una fuerte relación entre el uso de medios sociales y el compromiso político entre los jóvenes de Estados Unidos, Australia y Reino Unido; hecho que para los autores resulta esperanzador para paliar las desigualdades políticas. Sin embargo, Theocharis y Loewe (2015) en su estudio sobre jóvenes griegos, ponen en tela de juicio la efectividad de redes sociales como Facebook haciendo una distinción entre discurso político y participación política.

La visión de Theocharis y Loewe es un tanto pesimista al considerar discutible que las actividades y la expresión política en las redes sociales puedan ser conceptualizadas como participación política. Boulianne (2011) ofrece una visión más moderada en su estudio sobre universitarios de Canadá: aunque muestra su escepticismo sobre una relación positiva entre las redes sociales y el compromiso, admite que las redes sociales pueden contribuir a captar la información necesaria para que los jóvenes participen en la vida cívica y política, hecho que les puede ayudar a difuminar la tradicional brecha de conocimiento y de participación política que separa a la población juvenil de la adulta.

4.1 Implicación en redes para fomentar la ciudadanía

Las redes sociales conforman, cada vez más, un instrumento utilizado por las diferentes organizaciones y entidades po-líticas y sociales para obtener el apoyo del ciudadano; aunque, en numerosas ocasiones, no motivan la participación ni incitan a una interactividad con el usuario, como quedó patente en la investigación sobre el perfil en Twitter de alcaldes españoles de Catalina-García et al. (2014); y ello ocurre a pesar de que las redes y medios sociales están diseñados para ofrecer al usuario una información personalizada (Saldaña et al, 2015). Esta práctica parece universalmente generalizada como sugiere Bennett et al. (2011) a propósito de las organizaciones cívicas y políticas de Estados Unidos: aunque algunas de estas se van dando cuenta lentamente del potencial que entraña las redes y se ajustan más a las demandas participativas de un ciudadano actualizado (AC), muchas otras siguen fuera de lugar ante estos cambios y mantienen una comunicación basada en el modelo DC.