91 | 27, pp. 81-97 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2018

Medios sociales y la participación política y cívica de los jóvenes. Una revisión del debate en torno...

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

7. Conclusiones y discusión

Existen diversos factores que ponen de manifiesto el protagonismo de la esfera digital para la transformación de la par-ticipación en lo político y en lo social, que se evidencia principalmente entre los jóvenes al adoptar de forma natural las nuevas tecnologías: En primer término, este fenómeno se contextualiza en la desafección de toda la población en general y de los jóvenes en particular hacia los modelos tradicionales de democracia que se muestra, por ejemplo, en el alto grado de abstención que se produce en los procesos electorales. En segundo lugar, la horizontalidad que aportan las redes y medios sociales para la participación, que difumina la estructura jerarquizada de representantes y representados en la exposición de opiniones y en la adopción de decisiones. Por último, y como complemento a lo anterior, Internet ha provocado un cambio radical en la consulta y difusión de las noticias, no sólo por la vertiginosa rapidez que permite estas acciones, sino también –y tal vez más importante– la facilidad de cualquier individuo para acceder a un dispositivo digital puede producir informaciones que lleguen a una ingente cantidad de personas sin limitaciones espaciales, generando así nuevos procesos en la producción de la opinión pública como aspecto esencial de la participación democrática.

En consecuencia, es indiscutible la aportación de las nuevas tecnologías a la generación de otras prácticas de participación ciudadana, aunque es preciso reflexionar sobre si la conceptualización de ciudadanía ha experimentado también transfor-maciones desde su propia base. La literatura académica expuesta hasta ahora no muestra un claro consenso. Al respecto, la dualidad Actualizing Citizen (AC)-Dutiful Ctizen (DC) establecida por Bennett et al. (2008) marca las diferentes prácticas de participación política e incluso un avanzado empoderamiento del individuo como ciudadano, pero ¿realmente ha cam-biado la acepción de ciudadanía?

Las reticencias planteadas en investigaciones en torno al clicktivismo y al slacktivismo no aportan precisamente un rotun-do optimismo a esta transformación del concepto; de hecho, se observa que la implicación ciudadana en el entorno offline es básica para la práctica en la esfera digital. El fenómeno clicktivista es aquel en el que el individuo reduce su participa-ción ciudadana o política al ámbito online a través de “retuiteos”, marcación de contenidos que le gustan o participación en recogidas de firmas online, sin ir más allá en sus acciones y, por tanto, sin avanzar en su compromiso cívico o político.

Estas acciones sirven para mostrar recelo u ofrecer apoyo a otros y pueden derivar, en ciertos casos, en ciudadanos que creen poder mejorar la sociedad desde la distancia, sin un compromiso social más profundo. es cierto que las con-secuencias derivadas de diferentes movimientos sociales (15-M como caso paradigmático) probablemente se hubiesen quedado en hechos anecdóticos si se hubiesen producido al margen de las redes sociales y de las nuevas tecnologías, pero diversas investigaciones no dudan en señalar que ser ciudadano implica también una predisposición del individuo para desempeñar este rol y no tanto los métodos o las vías usadas para su desarrollo.

En esta reflexión es también clave seguir profundizando en tres aspectos que mantienen diversos nexos entre sí: en primer lugar, los obstáculos mantenidos por la gran mayoría de entidades políticas y sociales ya arraigadas que, tal y como han demostrado las diversas investigaciones empíricas, no saben o no quieren aprovechar el entorno digital para mantener una comunicación directa y horizontal con el ciudadano y, en consecuencia, los intereses de estos grupos se alejan, en no pocas ocasiones, de las expectativas que tiene el individuo para cambiar su entorno.