148 | 29, pp. 139-159 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2019

Representación del periodista en el cine español desde 1990 hasta 2010

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Todo son estrategias para ganar audiencia. Acude a la casa de Rosa y se justifica ante el enfado de ella, que le llama “ca-brón, hijo de puta, asqueroso”. Intenta detener la agresión y le asegura que ha tratado mejor a Violeta porque es el Premio Cometa.

Theo: Estás nerviosa cariño. Sabes perfectamente que mis flirteos de cara a cámara son solo eso, es mi estilo. Mi estilo es meterme con todo el mundo, cariño. Si no lo hubiera hecho hubiera cantado.

Rosa: Que no quiero follar, ya me has follado delante de dos millones de personas.

Theo: Son cuatro millones de personas, es el programa estrella.

(TC: 00:06:00)

Trata a su amante con total frialdad y desprecio. Tras hacer el amor, se viste apresuradamente: “Recuerda, hoy he quedado con mis suegros”. Pero la gran traición será quitarle la idea de su novela. Se dirige al Retiro para conocer a la amiga de Rosa, Rose, y entrar en su vida y en la de su pareja con el único objetivo de entablar amistad con ambos y conocer detalles de su secta, un tema que sirve a Rosa para su novela y que Theo quiere utilizar para su programa.

El colmo de la falta de escrúpulos se produce cuando le pide a su amante que le ayude a elegir corbata para el programa y poco después es en ese programa donde la traiciona. En directo anuncia que se va con la secta de Rose y su pareja al Tíbet y que escribirá un libro sobre el canibalismo de este grupo que asegura que no carecerá de morbo. Comienza la retrans-misión en el aeropuerto y se monta en el avión no sin antes recibir ante las cámaras una bofetada de Rosa. Las situaciones disparatadas llegan hasta el final puesto que el avión en el que viajan cae y Theo es la única víctima, que sirve de alimento para el resto de pasajeros pertenecientes a la secta, un final con el que se pretende ‘hacer justicia’ con este villano.

En Acción mutante, J. Blanch (Jaime Blanch) se encarga de abrir la película como presentador en un programa televisivo. La noticia elegida anticipa el surrealista contenido del filme:

Esta noche, a las cinco horas de la madrugada, ha aparecido asesinado en extrañas circunstancias Matías Pons, presidente de la Federación Nacional de Culturismo. Al parecer pudo tratarse de un intento de secuestro. Medios policiales atribuyen la autoría de los hechos a la banda terrorista Acción Mutante (informa mientras tras él aparecen en una gran pantalla imágenes de la policía en el lugar con el fallecido). Desde que hace diez años se creara la banda Acción Mutante, numerosos han sido los atentados perpetrados por este grupo de minusválidos. Personalidades des-tacadas por su físico, estamentos destacados de la salud pública y bancos de semen han sido hasta el momento sus objetivos específicos.

Es un personaje caricaturizado y ambicioso, solo se le muestra preocupado por la audiencia. Anuncia el secuestro de una joven y la petición de 100 millones de ‘ecus’ de rescate. Todo vale para conseguir aumentar cuota de pantalla y no hay escrúpulos para recurrir al destape, como en el momento en el que una azafata semidesnuda le acerca un sobre con la excusa de información de última hora. La intervención final del comunicador se produce en el bar en el que se va a eje-cutar la entrega del dinero del secuestro. Irrumpe y, sin mediar palabra con nadie, dice “graba”. El periodista, seguido del cámara y dos técnicos de sonido, va retransmitiendo en directo el proceso de la entrega del dinero que termina en tiroteo en el que fallece. “No disparen, soy de la televisión”. Su preocupación por la audiencia y su programa por encima de todo, incluso de su propia vida, convierten al informador en un villano.