150 | 29, pp. 139-159 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2019

Representación del periodista en el cine español desde 1990 hasta 2010

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

la instantánea de los dos directivos en el suelo borrachos y drogados. Es la que sale en el periódico al día siguiente en la noticia con el titular ‘Accidentada presentación de una nueva emisora’. Todo un abanico de informadores del lado de los villanos.

En El día de la Bestia, el astrólogo Cavan (Armando De Razza) es un influyente comunicador, excéntrico y farsante puesto que no tiene reparos para engañar al público. En su programa ‘La zona oscura’ se le presenta con voz en off:

Voz: Con ustedes, el investigador de lo oculto, el mago del misterio, el maestro de lo sobrenatural, el hombre que conoce el presente, el pasado y el futuro, el internacionalmente conocido profesor Cavan.

Profesor Cavan: El programa de hoy va a ser muy especial. Hoy no vamos a hablar de ovnis, ni de curaciones mi-lagrosas y tampoco vamos a contestar a sus llamadas. Esta noche tendremos con nosotros un invitado excepcional, al-guien del que todos hemos oído hablar pero solo unos pocos conocemos realmente. Les estoy hablando del demonio.

(TC: 00:22:50)

Todo está amañado y se presenta al niño de 11 años Juan Carlos, al que pregunta que qué tal se encuentra ahora que ha pasado todo y el chico contesta: “Muy bien gracias a usted y al equipo de ‘La zona oscura’”. Da paso a unas imágenes en el domicilio del niño, poseído en una cama, y el profesor Cavan en una especie de ceremonia de exorcismo. El padre Ángel ve las imágenes desde un bar y decide que ese es el hombre que necesita. Se dirige hacia la tele con el hijo de la dueña de la pensión y persiguen al presentador hasta su domicilio. Las excentricidades continúan ya en la casa del farsante profesor cuando el cura le pide que le ayude a ponerse en contacto con el demonio y que le diga dónde va a producirse el nacimiento del anticristo. Ante la presión y paliza del sacerdote, el mago se inventa un proceso de invocación del demonio mientras permanece maniatado y ensangrentado. “¡Todo esto es absurdo! ¿No se da cuenta de que esto es solo una farsa para gilipo-llas, para gilipollas que ven mi programa y compran mi libro?”. Toda una disparatada aventura en una sátira de la televisión de mentiras y villanos.

Dame algo relata las peripecias de Marisol Fernández (Natalie Seseña), que se ve obligada a tomar una dosis de cocaína y hablar ante la cámara mientras un rótulo en la parte inferior del cuadro señala: “Ya ha habido muertes y habrá más, no se retiren de sus pantallas”. La primera imagen de la periodista se produce en un televisor que hay en una tienda de electrodo-mésticos en el momento en el que el ‘sin techo’ Benigno se encuentra por la calle y se detiene ante el escaparate. Se dirige a la sede de la cadena para hablar con ella y la periodista, muy prepotente, no le presta ninguna atención. Poco después la encuentra en la calle con el cámara, desesperada porque no tiene noticia del día, instante en el que se detecta también el mal carácter de la mujer cuando habla con su compañero:

Marisol: Poca luz, pocos cojones. No tenemos nada.

Benigno: Queréis el personaje del día, ¿no? (les conduce hasta la puerta del albergue y allí mismo mata a una monja, que luego se verá que se trata de un montaje del protagonista y no hay muertes).

Marisol: ¿Lo tienes? (le pregunta inmediatamente nerviosa al cámara).

Benigno: ¿No queríais el personaje del día? ¿O queréis que se lo lleve a otra emisora? Secuestramos a las monjas y a los pringados y si no lo sacan en directo en la televisión los matamos a todos. (TC: 00:12:30)

Además de Marisol, en la trama se dan cita otros informadores sin escrúpulos como el director de la cadena, un hombre desequilibrado, alcohólico e inseguro. “Hoy es el último día, mañana lo dejo”, asegura mientras saca una botella de alcohol