doxa.comunicación | 29, pp. 19-41 | 21

julio-diciembre de 2019

José Ignacio Armentia Vizuete, Flora Marín Murillo, María del Mar Rodríguez González e Iñigo Marauri Castillo

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

1. Introducción

La nutrición, como un subapartado de la temática general de alimentación, viene recibiendo desde hace tiempo una es-pecial atención por parte de la prensa española. Un estudio realizado por Fúster, Ribes, Bardón y Merino (2009) en 2006 sobre 15 periódicos arrojó que a lo largo de dicho año fueron publicadas 1.432 noticias relacionadas con la alimentación, de las que más de la mitad (56%) correspondían específicamente al apartado de “Nutrición y Salud”. Otros estudios en el ámbito autonómico obtienen resultados similares. Así, la Agencia Catalana de Seguretat Alimentària, en colaboración con el Observatorio de la Comunicació Científica de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, elaboraba en 2007 el primero de sus 6 informes piloto SAM sobre la Seguridad Alimentaria en los medios de comunicación. En ese año, el análisis de 5 cabeceras arrojaba un total de 530 textos relativos a alimentación. De ellos, 211 ítems (39%) respondían a la temática de “Dietética y nutrición”.

Siguiendo un enfoque similar, Elika, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria, promovió entre 2012 y 2015 la elaboración de una serie de informes sobre la Seguridad Alimentaria en los 9 diarios con mayor circulación en el País Vasco. El último de estos informes (2015) recogió 2.359 informaciones relacionadas con la alimentación, de las que 406 (17%) correspondían al ámbito de “Nutrición, salud y alergias”.

La relación entre medios de comunicación y nutrición ha sido objeto en los últimos años de, al menos, dos tesis doctora-les en España. Carretero (2016) analizó las informaciones sobre nutrición recogidas por elmundo.es y elpais.com durante el primer semestre de 2014. Aranceta (2015), por su parte, en su trabajo sobre Periodismo y alimentación, entre otras as-pectos, se fija en la cuestión de las fuentes de información en el área de alimentación y salud.

Cabe mencionar también estudios como el realizado por Alzate (2013) sobre los contenidos dietéticos nutricionales en El País, El Mundo, ABC y La Voz de Almería en el año 2011 o el llevado a cabo por Demonte (2017) sobre las representaciones sociales de la alimentación en la prensa gráfica argentina durante el periodo 2009-2014. Alzate (2013: 24) apuntaba en su trabajo a la falta de secciones específicas destinadas a la nutrición y a la carencia de especialización por parte de los periodistas que abordan estos temas. Demonte incide en el papel de los medios de comunicación a la hora de promover “determinadas prácticas congruentes con el discurso biomédico-nutricional” (2017: 14).

La preocupación por la nutrición no es exclusiva de la prensa, sino que se extiende a otros soportes mediáticos. Declerq, Tulkens y Van Leuven (2018) recogieron las reacciones de la audiencia a través de Twitter y Facebook en relación con un programa de info-entretenimiento centrado en la alimentación, emitido en flamenco por la televisión pública belga. Los autores destacan que la información sobre nutrición incita a la refutación, al debate y a las sugerencias por parte de las audiencias; y no tanto al cambio de sus hábitos. Por otro lado, Angela Bernabéu-Peiró (2015) abordó la divulgación a tra-vés de las ondas de la alimentación y la nutrición a través de Radio 5 Todo Noticias.

Otras investigaciones se han dirigido a la publicidad de alimentos. Abrahams et al. (2017) tras estudiar los anuncios en 5 revistas sudafricanas encontraron que el 59% de los mismos correspondían a alimentos poco saludables. Por su parte, Leroy et al. (2018) han llevado a cabo una investigación diacrónica, a fin de determinar el tratamiento que se ha venido ofreciendo del consumo de carne durante el periodo 2001-2015 por parte del MailOnline, la versión digital del tabloide