doxa.comunicación | 31, pp. 87-105 | 89

julio-diciembre de 2020

Alba Córdoba-Cabús y Manuel García-Borrego

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

ción, la indagación, el análisis y el entendimiento de los datos (Cairo, 2012; Bradshaw, 2012). Por eso, aquí la infografía se considera un tipo de visualización, de naturaleza gráfica y visual, compuesta por recursos icónicos –fotografías, gráficos, mapas, etc.– y tipográficos o verbales (Colle, 2004; Valero, 2008; Cairo, 2016; Ivars-Nicolás, 2019).

Las visualizaciones en el periodismo de datos posibilitan la transformación de información compleja y abstracta, proce-dente de grandes conjuntos de datos, en realidades simples (Sánchez-Bohenví y Ribera, 2014; Kennedy, Hill, Aiello y Allen, 2016; Sánchez y Sánchez, 2018). Manovich (2008, 2011, 2014) asegura que el propósito de estas visualizaciones de datos es expresar las cifras de manera comprensible para la vista y así facilitar el consumo informativo.

El uso extendido de las visualizaciones se explica, principalmente, por la creciente formación de los periodistas en disci-plinas artísticas y audiovisuales (Ivars-Nicolás, 2019). Asimismo, su empleo ha aumentado en paralelo a la digitalización de la profesión, ya que ha supuesto un mayor acceso a herramientas gratuitas para la confección de piezas.

Cairo (2014; 2017) aconseja que las visualizaciones se elaboren teniendo en cuenta que no están diseñadas solo para ser vistas, sino también para ser interpretadas y juzgadas, a lo que Rogers (2014) añade que debe ser el dato el que defina y seleccione el tipo de visualización adecuada. Por eso, se estima fundamental definir previamente el público, el objetivo y el contexto en el que se expondrá (Sánchez-Bohenví y Ribera, 2014).

Stikeleather (2013) puntualiza que para que una visualización sea efectiva debe cumplir estos tres principios: entender a la audiencia, poseer una estructura o esquema claro para ser leída y contar una historia. Solo si se consigue que la audien-cia adquiera el sentido de la información, la visualización logrará su propósito.

En este sentido, la representación de datos se ha convertido en una parte intrínseca de la lengua franca, una forma de comunicación común independiente de las políticas y culturas establecidas en cada territorio (Barlow, 2014).

1.2. El estudio de las visualizaciones dentro del periodismo de datos

En la literatura científica se detectan tres tipos de estudios relacionados con el periodismo de datos: los centrados en la conceptualización y teorización del periodismo de datos (p.e.: Gray, Bounegru y Chambers, 2012; Howard, 2014; Royal y Blasingame, 2015; Coddington, 2015; Borges-Rey, 2016), los que inspeccionan los actores involucrados en su producción (p.e.: Paraise y Darigal, 2012; Appelgren y Nygren, 2014; De-Maeyer, Libert, Domingo, Heinderyckx y Le-Cam, 2015; Fink y Anderson, 2015; Uskali y Kuutti, 2015; Tabary, Provost y Trottier, 2016; Hermida y Young, 2017) y los que realizan un análisis de esta práctica mediática (p.e.: Knight, 2015; Tandoc y Soo-kwang, 2017; Loosen, Reimer y Schmidt, 2017; Young, Hermida y Fulda, 2018; Ojo y Heravi, 2018).

En este último bloque se encuadran las investigaciones que diseccionan las visualizaciones en los trabajos de periodismo de datos, todas las cuales coinciden en aplicar el análisis de contenido como método para extraer conclusiones. Aunque en su mayoría no sean estudios centrados exclusivamente en la parte visual, los trabajos abordan aspectos relacionados con la cantidad, la tipología, las opciones interactivas y las funciones de las visualizaciones. Los resultados alcanzados son dispares debido a la falta de consenso en los criterios para examinar esta práctica mediática.