Abstract
Casi setenta años después de su aparición revisamos el proyecto de la Escuela de Darmstadt y la posterior materialización en las Escuelas de Lünen y Marl, profundizando en las claves del pensamiento orgánico de Hans Scharoun. A partir de su implantación, la escuela es un agregado de células que a su vez generan el barrio y la ciudad. El método proyectual deductivo de la forma o Formfindung incorpora con aparente naturalidad los condicionantes sociales, pedagógicos, constructivos y económicos, educando e integrando orgánicamente al individuo en la sociedad, generando una arquitectura con vigencia y proyección futura. Concluimos con la actualidad y el aprecio social de las escuelas de Scharoun, ambas en uso y recientemente renovadas adaptándolas a las necesidades actuales, que perviven gracias al empeño comunitario de los habitantes de ambas ciudades.