Abstract
La Ley suiza de arbitraje internacional acaba de ser reformada tras más de treinta años desde su entrada en vigor en 1989. La reforma tiene por objetivo preservar y reforzar el atractivo de Suiza como sede arbitral, manteniendo sus principios cardinales (autonomía de las partes y flexibilidad) y sus características principales (claridad y concisión). Con el fin de actualizar la norma, esta reforma ha tenido en cuenta el importante desarrollo del arbitraje internacional y la jurisprudencia del Tribunal federal suizo. La reforma no introduce cambios de gran calado, sino que se limita a: (i) clarificar algunas cuestiones que quedaban abiertas, (ii) incorporar la jurisprudencia del Tribunal federal suizo que ha venido interpretando la Ley o completando sus lagunas a lo largo de los años, y (iii) integrar algunas de las mejores prácticas del arbitraje internacional, facilitando en especial su empleo y acceso por personas y entidades extranjeras.