Abstract
San Vicente Ferrer fue canonizado en 1455. Aunqu la capital valentina custodiaba ya para entonces varias reliquias de contacto del dominico, sus dirigentes, y los propios frailes de la orden de Predicadores, no renunciaron a poseer algún resto corporal del nuevo santo. De ahí los reiterados intentos a lo largo del Quinientos para arrancar a las autoridades religiosas de Vannes una de estas reliquias. Intentos, la mayoría de ellos infructuosos salvo el de 1532, que ya han sido trabajados en otros artículos. La presente comunicación pretende dar a conocer una nueva tentativa, a partir de la documentación inédita conservada en Archivo Municipal de Valencia y en el Archivo de la Corona de Aragón. A principios de la década de los noventa, y al calor de las guerras de religión, un florentino ofrece a la ciudad de Valencia el cuerpo de san Vicente Ferrer a cambio de 20.000 libras, levantando todo tipo de suspicacias entre las diferentes instituciones regnícolas.