Abstract
En la sociedad digital las relaciones personales face to face se establecen a distancia simultáneamente entre innumerables usuarios que interactúan con autonomía. A pesar de esta impresionante novedad, los datos muestran que en España no cambian los hábitos ni las preferencias de los usuarios respecto de las que conformaron las grandes audiencias televisivas en la precedente sociedad de consumo de masas. La audiencia convencional aumenta y la aparición de la televisión social muestra que un medio esencialmente interpersonal puede amalgamarse con medios unidireccionales como la radio y el televisor. Al transformarse la sociedad de masas en una sociedad virtual de relaciones interpersonales a distancia, la inclinación al entretenimiento también se mantiene como uso predominante. En el espacio virtual, saber es saber discernir y cada sujeto del proceso es responsable de lo que encuentra. Los criterios de autoridad se desplazan sin que ese cambio altere los gustos predominantes de la anterior sociedad industrial de consumo de masas