Abstract
El Laboratorio de Hidrobiología Española (LHE) fue fundado en el Instituto General y Técnico de Valencia en 1912 por el catedrático de historia natural Celso Arévalo, y fue el primer centro concebido específicamente para el estudio de la ecología de aguas continentales en España. El LHE fue adscrito desde 1919 al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN), coincidiendo con el traslado de Arévalo a la capital, aunque el Instituto continuó alojándolo y financiándolo. El discípulo de Arévalo, Luis Pardo, quedó al cargo del LHE. A pesar del escaso apoyo por parte de la dirección del MNCN, desarrolló un apreciable trabajo científico. Pardo dejó el LHE en 1927, cuando partió a Madrid para buscar un mejor puesto de trabajo. El nuevo responsable pasó a ser Fernando Boscá, un joven naturalista con escasa experiencia, nieto del ilustre zoólogo y paleontólogo Eduardo Boscá e hijo de Antimo Boscá, el sucesor de Arévalo en el Instituto. Entre 1928 y 1931, Fernando Boscá realizó un esfuerzo personal por mantener abierto el LHE pese a la indiferencia de los responsables del MNCN y el obstruccionismo del director del Instituto de Valencia. Las tareas emprendidas consistieron en modestas investigaciones sobre la fauna dulce acuícola y marina del territorio valenciana, el mantenimiento de acuarios de investigación y diversas acciones de divulgación. El destino del LHE, sin embargo, estaba decidido y una anomalía administrativa puso fin a las actividades del LHE en 1932.