Abstract
La educación es una herramienta de transformación social. Los valores sociales deben cultivarse desde las primeras etapas educativas para lograr reducir la corrupción. Consideramos que es necesario mejorar la competencia ética junto con la competencia social y ciudadana para cambiar las actitudes éticas de la ciudadanía. El actual paradigma de la ética del cuidado es un medio para entrenar las competencias éticas y sociales. Los docentes del área de filosofía tienen un papel fundamental en esta dimensión formativa.