Abstract
En 2012 se cumplió el treinta aniversario del inicio de la carrera cinematográfica del director norteamericano Tim Burton. El presente artículo constituye un breve estudio sobre sus dos primeros trabajos, los cortometrajes Vincent, 1982 y Frankenweenie, 1984. Al realizar un análisis comparativo entre estos dos incipientes trabajos y sus películas posteriores parece constatarse que la semilla del cine burtoniano fue sembrada en estos cortometrajes, ya que ambos recogen en gran medida la esencia cinematográfica del director de Burbank.