4. CEU Escuela Internacional de Doctorado (CEINDO)

Es innegable que el Impuesto sobre el Valor Añadido sigue constituyendo en la actualidad el impuesto clave en la Unión Europea y que desempeña un papel esencial en el mercado único europeo. Ello es así, fundamentalmente, por su capacidad de generar no sólo una recaudación estable para los Estados miembros sino también para el sistema de recursos propios de la UE. Sin embargo, aun cuando el IVA constituye un tributo armonizado, no podemos obviar que estamos también ante un impuesto altamente imperfecto, que genera sistemáticamente problemas de índole diversa en el mercado intracomunitario. Sin la menor duda, de las deficiencias del impuesto objeto de atención, un problema grave que se debe destacar es el elevado nivel de fraude, algo que no sólo afecta gravemente al presupuesto de la Unión Europea, sino también al de los Estados miembros; combatir dicho fraude sería, sin lugar a dudas, un objetivo prioritario de interés común en las políticas fiscales. Hasta ahora la preocupación por la recaudación justa y adecuada en el IVA sólo estimuló la incorporación en la Directiva 2006/112/CE del nuevo mecanismo de la inversión del sujeto pasivo, como una medida de control tributario y lucha contra el fraude, con el fin de permitir que los Estados miembros se protejan adecuadamente contra aquellas situaciones que perjudiquen la recaudación tributaria.