Dpto. Ciencias de la Educación

A pesar de que cuantitativamente la asignatura de religión es un elemento poco significativo en los currículos educativos, su relevancia de cara a la formación individuo y por extensión a la de una generación, es sumamente importante, aportando elementos axiológicos difícilmente adquiribles por otros medios. El ideario de centro sienta las bases de propuestas educativas concretas en el ámbito de la legislación vigente, pero contemplando particularidades, sensibilidades y realidades concretas que van más allá de los planteamientos formales de los currículos propuestos por la administración. Aunque los valores impregnan estos idearios, es en la asignatura de religión donde se explicitan de una manera más patente aquello que trasversalmente se propone para el resto de las áreas educativas. Si bien en los centros de titularidad pública también existe esta asignatura, es en los centros privados y concertados donde se muestra como una seña de identidad característica e irrenunciable en un modelo educativo que aporta como elemento fundamental la transcendencia de individuo. La decisión de los padres de elegir un centro, asumir su ideario y dar por sentada la presencia de la asignatura de religión no siempre es una decisión coherente y en muchas ocasiones viene condiciona por otros elementos de juicio ajenos a los valores y más relacionado con la materialidad del centro educativo. Ante tal situación urge la necesidad de nuevos planteamientos que sitúen claramente la asignatura de religión en su lugar adecuado y le doten de la relevancia que merece para poder constituirse como un elemento clave en la formación integral de los alumnos.

Dado el creciente interés por la repercusión de los modelos narrativos, fílmicos o literarios, en el desarrollo de las personas, en especial en lo relativo a su papel en la construcción de los roles de género durante la infancia, nuestra aportación se centra en el estudio de los modelos que propone la película de animación "Tiana y el sapo". El análisis del argumento y de los textos de las canciones nos devuelve dos figuras principales que cumplen un papel en la conformación y confirmación de la personalidad de Tiana, el padre y el príncipe Naveen, si bien otros ejemplos ayudan a reforzar las conclusiones a las que llegamos. Estas son que la figura ejemplar del padre solo haya eco en la protagonista, que ha de luchar intelectual y volitivamente con otros contraejemplos masculinos, especialmente, con el del príncipe convertido en sapo.