doxa.comunicación | 31, pp. 303-314 | 313

julio-diciembre de 2020

Carmen González Gómez

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Después de todo lo expuesto, cabe preguntarse si estos intentos de apropiación del marco conceptual de patria pueden dar o no sus frutos. Existen razones para pensar que sí, ya que el único modo de cambiar la mentalidad de los electores a largo plazo es instaurar nuevos moldes mentales que ofrezcan una percepción alternativa de la realidad. También existen motivos para creer que no sucederá, debido a lo arraigada que está la simbología nacional en el imaginario conservador y a la reticencia del electorado progresista a asumir el discurso nacionalista.

4. Conclusiones

Este artículo ha analizado el discurso de Unidos Podemos durante sus dos primeros años de trayectoria parlamentaria. La formación ha intentado resignificar el concepto de patria desvinculándolo de las connotaciones conservadoras que ha acumulado hasta el momento. De acuerdo con este enfoque, los verdaderos patriotas no son quienes elaboran un discurso nacionalista, sino los que defienden los servicios públicos del estado del bienestar y los derechos y libertades de la ciudadanía.

Esta noción se emplea en diversos debates y con distintos fines: en el terreno económico, para acusar a las élites oligarcas de su conducta y de su doble moral respecto a la patria; en la cuestión territorial, para defender la riqueza plurinacional del estado y el derecho a la autodeterminación de las naciones que la integran; en el imaginario populista, para reforzar la oposición entre el pueblo, el que encarna los verdaderos valores de la patria, y “los de arriba”, los que la traicionan. Asi-mismo, también se utiliza para criticar la corrupción del Partido Popular y las maniobras de espionaje del Ministerio del Interior, o para realizar alegatos a favor del patrimonio cultural y ecológico.

Aunque en la mayoría de las ocasiones el patriotismo del que se ha hace alarde es constructivo esto es, lleno de conteni-do social, en otros casos las exaltaciones de la patria resultan más bien superficiales o chovinistas. Se intenta con ellas desligar por todos los medios la defensa de la patria del discurso conservador. Solo el tiempo dirá si esta apropiación ha logrado instaurar un nuevo marco conceptual o si el patriotismo continúa entendiéndose como patrimonio político de la derecha española.