doxa.comunicación | 29, pp. 235-254 | 247

julio-diciembre de 2019

José Luis Rojas Torrijos y Carlos Toural Bran

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

Desde un punto de vista de la redacción y el estilo, estas crónicas, aun siendo breves, tratan de facilitar la lectura para el usuario dejando en negrita los nombres de los equipos, los futbolistas (goleadores, jugadores sustituidos y, cuando ha sido protagonista, también el portero) e incluso los entrenadores.

El léxico empleado es previsiblemente repetitivo. Aun así, se observa un esfuerzo desde la programación que se hace del bot en la redacción para emplear expresiones sinónimas que hagan que la crónica parezca a grandes rasgos algo menos ‘robotizada’. De esta forma, a lo largo de las ochenta crónicas analizadas se combinan diversas formas en los textos a la hora de referirse tanto a la victoria, el empate y la derrota, así como a situaciones del juego, muy especialmente la evolución del marcador.

A la hora de referirse a la victoria aparecen sobre todo las fórmulas verbales “ganar”, “vencer” o “lograr un triunfo”; mientras que en los empates figuran “firmaron las tablas”, “establecieron las tablas”, “se reparten los puntos” o, en los cero a cero, “no hubo goles”, “ningún equipo consiguió anotar” o “ninguno tuvo fortuna de cara a la portería”. A este respecto, en ocasiones se reproducen obviedades y redundancias como: “ninguno de los equipos encajó gol y por ello el marcador quedó con el mismo tanteo” o “no hubo goles y el resultado no sufrió ninguna alteración”.

Entretanto están las alusiones a la evolución del resultado en el transcurso del choque, tales como: “se adelantó el marcador”, “tomó la delantera en el marcador”, “consiguió darle la vuelta al marcador”, “aumentó la distancia en el marcador”, “amplió las diferencias”, “recortó distancias”, “amplió su ventaja”, “logró remontar” o “el encuentro inició de forma favorable para…”. Igualmente, la consecución de los distintos goles suelen ser “gracias al acierto de…”.

También se manejan fórmulas alternativas para referirse a la próxima jornada (también es “la próxima cita del calendario”) o las sustituciones de jugadores (“los entrenadores realizaron todos los cambios posibles”, “ambos conjuntos agotaron sus cambios” o “ambos entrenadores movieron los banquillos”), e incluso se tira de frase hecha para variar cómo indicar que se ha llegado al descanso (“los jugadores enfilaron la bocana de vestuarios”).

Aparte de las alternativas léxicas que se puedan introducir desde la edición para mejorar la calidad textual de estas crónicas automatizadas, otro elemento que enriquece estas piezas es, sin duda, la incorporación de datos estadísticos. Estos aparecen cada vez con mayor frecuencia, no solo en los subtítulos que amplían los titulares (“gana en casa y suma su sexto triunfo en liga”), sino también en el cuerpo de texto. El revestimiento estadístico de estas crónicas aparece en el lead con el fin de contextualizar el resultado dentro de una serie acumulada a lo largo del campeonato (“los locales venían de una racha positivas de cuatro victorias consecutivas” o “antes de ese partido, los locales habían conseguido 6 puntos de 15 posibles, mientras que los visitantes venían de ganar su último partido”).

Por todo ello, teniendo en cuenta los objetivos planteados para esta investigación, las mediciones cuantitativas y cualitativas del tipo de lenguaje de generación natural en estas crónicas señalan un avance significativo en cuanto a la cantidad de textos producidos (cuarenta por jornada), llegando a todos y cada uno de los equipos de la categoría y garantizando una cobertura completa. Pese a ello, no acaban de despejar todas las incógnitas sobre aspectos relacionados con la calidad informativa resultante.

Atendiendo muy especialmente al grado de repetición existente en fórmulas referidas a situaciones de victoria, empate o derrota en el transcurso de los partidos de los que se informa, se observa un intento claro en el uso de sinónimos y