doxa.comunicación | nº 28, pp. 201-221 | 213
enero-junio de 2019
Estibaliz Linares Bahillo, Raquel Royo Prieto y María Silvestre Cabrera
ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978
Tal y como se detecta en los grupos, esta objetivación de las jóvenes, a la que se suma el valor que estas otorgan a su cuerpo en la definición de su autoconcepto, genera más sufrimiento en ellas que en ellos. De forma general, para las chicas con-sultadas esta Red se ha convertido en un lugar dañino y tedioso, y como ellas mismas explican, la encuentran “asquerosa”. Así lo expresan las chicas del grupo 6:
F4 (chica, 16 años)- Tú pones una nota del 0 al 10, entonces a mí eso es lo que me parece que humilla a la gente, y por otro te sientes como que la gente estuviera por encima de otra, a mí eso me parece fatal, es que hay chavalas a las que les puede hacer mucho daño.
F7 (chica, 16 años)- Sí, yo por ejemplo cuando vi mi nota, y me quedé un poco así, y pensé: “¿yo soy un 6?” Y te quedas como igual eres un 6, pero luego lo piensas y dices: “él es un 6”. Es que yo no soy un número, yo soy mucho más que un número… A mí no me pongas un número…
5.5. Las ciberviolencias contra las personas que subvierten la heteronormatividad
Como señalan Philips (2013) y Ringrose y Renold (2010), es necesario visibilizar las actitudes de LGTBI-fobia que también emergen en la Red. Esta cultura machista que configura posiciones y normas de género, genera también que aquel o aque-lla que transgreda los mandatos heteronormativos sea objeto de una condena social. Estas formas de violencia también suelen encontrarse en las conexiones en directo que se realizan a la hora de jugar online, reproduciendo las “crueldades normativas” (Ringrose y Renold, 2010). En palabras de dos chicas:
I5 (chica, 15 años)- Hay un chico en YouTube que hace un poco de todo, y la gente le pregunta a ver si es gay y así… Solo por el hecho de… No porque él lo sea ni nada, que habla de cosas, no sé cómo decirte, normales… Y la gente se piensa que es gay.
E3- Yo conozco a una chica, pero que antes era chico, y ahora es chica, y que sufrió acoso en el colegio, pero también a través de las redes sociales. Ella jugaba en un equipo profesional y la gente se metía mucho con la chica, o sea, siempre en los chats y en estas cosas la decían cosas malas, y solo por ser chica y haberse cambiado de sexo.
Como se refleja en estos relatos, la Red se convierte en un espacio desigual y asimétrico, que configura posturas jerarqui-zadas, y la heteronorma patriarcal actúa como telón de fondo en el que se desarrollan las interacciones de las y los adoles-centes participantes. Por ello, se considera sumamente necesario profundizar en el estudio de este tipo de agresiones en investigaciones ulteriores.
El análisis de los discursos obtenidos en los grupos de discusión, abordado en los apartados precedentes, se complementa con el del hipertexto de los y las adolescentes que han participado en los foros telemáticos. A continuación se presentan los resultados más destacados de dichos foros.
5.6. Ciberviolencias contra las chicas como ejercicio de dominación
Como sucedía en los grupos de discusión, los foros evidencian que en la Red se dan formas específicas de violencia contra las mujeres, y que sus corporalidades se convierten en objetos de agresión. En estos espacios, tal y como sostienen Bour-