doxa.comunicación | 26, pp. 99-126 | 100

enero-junio de 2018

El uso de Twitter por parte de los principales candidatos en las campañas electorales para las elecciones... Laura Cervi, Nuria Roca

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

1. Introducción

En España, el 67,6% de la población estaba conectada a la Red en 2011: 31.574.855 personas, según datos de Internet Live Stats,1 y en 2015 ya era el 80,4% de la población la que tenía acceso a Internet, un total de 37.060.103 personas2. El EGM de octubre/noviembre de 20113 indicaba que el 52,4% de los usuarios utilizaba Internet para conectarse a las Redes Sociales, y en el EGM de octubre/noviembre de 20154, ya era el 64,2% de la población. Los datos indican que los principales consu-midores de Internet son personas de 25 a 44 años. Según Statista, Facebook es la red social con más usuarios: 483 millones en 2011 y 1.038.000 en 20155, mientras que Twitter pasó de los 117 en 2011 a los 305 usuarios activos en 20156.

Twitter, aunque no sea la red más usada, es la que prefieren los actores políticos para ejecutar su campaña online y, so-bre todo, para relacionarse con el electorado mediante nuevas fórmulas de comunicación (Abejón, Sastre y Linares, 2012; Casero-Ripollés, Miquel-Segarra y Alonso-Muñoz, 2016; Casero-Ripollés, Sintes-Olivella y Franch, 2017; Enli, 2017b; Enli y Skogerbø, 2013; Freelon y Karpf, 2015; Jungherr, 2014a; Jungherr, 2014b; Jungherr, 2016; Jürgens y Jungherr, 2016; Ma-chado y Capdevila, 2016; Larsson y Moe, 2014; Skogerbø y Krumsvik, 2014; Vergeer, 2016; Zugasti y Sabés, 2015), además de las acciones propias de las campañas tradicionales que, sin duda, conviven con las online (Casero-Ripollés, Feenstra y Tormey, 2016; Enli, 2017a; Vergeer, 2016). “Digital media introduce certain novelties into electoral campaigns because they offer new tools for political communication”, según expresan Casero-Ripollés, Feenstra y Tormey (2016: 7), por lo que consideramos que Twitter es una poderosa herramienta para estrechar las relaciones entre los políticos y la ciudadanía.

Además, Twitter también ofrece “una gratuita, inmediata y masiva difusión, a la par que una interacción y un intercambio de información e ideas abierto y transparente” (Zugasti y Sabés, 2015: 163) y, según lo que escriben Rodríguez y Ureña (2012), supone un signo de modernidad, genera conversación con los ciudadanos y una sensación de comunidad, huma-niza al candidato, se convierte en un termómetro social y transforma a los usuarios en líderes de opinión.

Y lo que es aún más importante, dada la rapidez con la que se distribuyen los contenidos que se publican y también el mayor acceso de la ciudadanía a Internet, los votantes vuelven a sentir interés por los asuntos políticos después de años sin mostrarlo (Abejón, Sastre y Linares, 2012; Barber, 1984; Davis, 2005; Enli, 2017a; Lilleker y Vedel, 2013; Swanson, 1995). Las sociedades más democratizadas se han vuelto a interesar por la política, factor que se ha desencadenado “[...] by the interest in online media and their decentralized nature that beholds the promise of empowerment”, según Carpentier (2016: 70); mientras que “digital tools enhance democracy by expanding citizen empowerment and engagement”, después de que se haya producido una pérdida de los valores democráticos, según se rinde a la evidencia Persily (2017: 71).

1 http://www.internetlivestats.com

2 En 2017 ya había más de dos tercios de la población mundial usando Internet, lo que significa más de 3.570 millones de personas

3 http://www.aimc.es/a1mc-c0nt3nt/uploads/2012/04/internet311.pdf

4 http://www.aimc.es/a1mc-c0nt3nt/uploads/2015/12/internet315.pdf

5 https://es.statista.com/estadisticas/636622/facebook-numero-de-usuarios-activos-diarios-a-nivel-mundial-de-2011-a/

6 https://es.statista.com/estadisticas/513581/twitter-usuarios-mensualmente-activos-por-trimestres/