100 | 27, pp. 99-120 | doxa.comunicación

julio-diciembre de 2018

El proceso de espectacularización de la violencia en Colombia. Una herramienta en la construcción del miedo

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

1. Introducción

A continuación, se realiza un recuento histórico de los principales periodos en Colombia en los que la violencia ha sido protagonista, desde 1948 hasta 2018, mostrando los canales comunicativos que han sido utilizados para contarla, el mane-jo que estos le han dado a la información, algunos principios concretos apreciables en hechos específicos, por ejemplo, la culpa y la responsabilidad.

1.1. La confianza en los medios de comunicación: Décadas de los años 40 y 50

La fecha contemplada como punto de partida para hacer el análisis propuesto en este trabajo es la del 9 de abril de 1948, en la cual fue asesinado el candidato a la presidencia por el Partido Liberal, Jorge Eliecer Gaitán, que generó una guerra civil contra el partido contrario, el Conservador2, en todo el país. En dicho periodo, los campesinos se armaron para de-fenderse del Ejército, que tomó una posición política; este fenómeno, según autores como Arturo Alape (1983)3, dio origen a las guerrillas.

El periodo histórico denominado “La Violencia”, comprendido entre 1948 y 1953, tuvo en el ámbito de los medios de comu-nicación varios frentes: uno, la prensa escrita, principalmente, el periódico El Tiempo, propiedad de la familia Santos, con filiación política al Partido Liberal y con varios miembros de su familia como figuras políticas, inclusive varios presidentes (el último, Juan Manuel Santos [2010-2018] y Premio Nobel de la Paz [2016]); otro, la radio, por su carácter local en las pe-queñas ciudades, sirvió de instrumento ideológico y de proselitismo político para sus dueños y un tercer frente, la oralidad dada a través del rumor o el comentario, al que hace referencia Martín Barbero (1987), y de la utilización de la plaza pública y la calle como escenarios para construir opinión, la cual, y en términos de la teoría de la acción comunicativa de Habermas (1987), fue esencial en este periodo para que los colombianos crearan sus opiniones, mitos y fantasmas.

A pesar de existir medios de comunicación masivos y de que estos alcanzaran una conexión comunicativa con las per-sonas, la desinformación, en cuanto a los hechos, las víctimas y los lugares del conflicto fue una constante; esta ayudó a crear indiferencia en la respuesta de la población, un comportamiento que se mantiene aún en el siglo XXI, y que puede explicarse con elevadas cifras de muertes, como, por ejemplo, los 220.000 homicidios desde 1958, o los casi 5 millones de desplazados entre 1985 y 2012 (CNMH, 2012) como consecuencia del conflicto interno, o hechos con niveles de crueldad extrema, incluidas las masacres paramilitares a partir de la década de los noventa, en las que las historias de las víctimas no consiguen impactar a la población que no se siente implicada. Este comportamiento es explicado desde la perspectiva de la responsabilidad en Hanna Arendt:

“Cuando la persona en cuestión aparece frente a sus compañeros de humanidad, se coloca aparte en relación a ellos, en el sentido de ser responsable, apenas solamente por él mismo: para una persona de esta forma, toda y cualquier inclinación

2 Los partidos políticos tradicionales en Colombia Liberal, con ideologías de separación Iglesia/Estado y la libre competencia de las fuerzas económicas, y el Conservador, con ideales de defensa de la tradición moral, proximidad a la iglesia Católica, proteccionismo económico y autoridad fuerte, entre otros.

3 Arturo Alape [1938-2006] es uno de los mayores estudiosos de la violencia en Colombia.